POSTFEMINISMO, CUERPOS PROFANADOS Y MULTITUDES QUEER: NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX" Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
NIHILISMO, DESENCANTO POSTMODERNO Y PUTIFICACIÓN DEL FEMINISMO
Adolfo Vásquez Rocca
Universidad Complutense de Madrid
Género y performatividad: devenires queer de la identidad
Kultur 21 Dr. Adolfo Vásquez Rocca
POSTFEMINISMO, CUERPOS PROFANADOS Y MULTITUDES QUEER: NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX" Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
LA
FEMINIDAD COMO MASCARADA EN LA INTERPRETACIÓN PSICOANALÍTICA DE
JOAN RIVIÈRE.
A
partir de las reflexiones de Ernest Jones sobre la sexualidad
femenina, Joan Rivière, una de las primeras mujeres que consiguió
hacerse un hueco en los círculos académicos psicoanalíticos,
publicó en 1929 un artículo (Womanliness as a Mascarade) en el que
definía la feminidad como mascarada. E. Jones había establecido un
esquema de desarrollo de la sexualidad femenina subdividido en dos
grandes grupos - homosexual y heterosexual - a los que Jones añadía
perplejamente varias formas intermedias. De esas formas intermedias
había una que interesaba especialmente a Joan Riviére: la de
aquellas mujeres que, pese a su orientación heterosexual,
presentaban rasgos marcados de masculinidad (y a las que denominaba
"mujeres intermedias"). "Un tipo de mujer
hetero-masculina, puntualizó Beatriz Preciado, que rompía con la
causalidad aparentemente natural que enlaza sexo, género y
orientación sexual."
Para
el psicoanálisis de aquella época, la diferencia entre desarrollar
una orientación homosexual y heterosexual estaba determinada por el
grado variable de la angustia. Tomando como referencia la idea de S.
Ferenczi de que ciertos hombres homosexuales luchan contra su
orientación exagerado su heterosexualidad, Rivière cree que estas
mujeres intermedias utilizan la máscara de la feminidad para "alejar
la angustia y evitar la venganza de los hombres". En este
sentido se refiere a un tipo específico de mujer heterosexual que
intenta abrirse camino en ámbitos académicos y profesionales
(espacio público y político reservado a los hombres) y a la vez
participa de los roles clásicos de la feminidad (buena ama de casa,
esposa atenta, marcado instinto maternal,...). Y toma como ejemplo el
caso de una paciente (donde podemos encontrar una evocación
narrativa de su propia biografía) que debe utilizar el habla y la
escritura (algo impropio de las mujeres de su época) en el
desarrollo de su labor profesional. La angustia de esta paciente se
manifestaba tras sus intervenciones en el espacio público y le
llevaba a sentir un deseo de coquetear histéricamente con todos los
hombres que podía (especialmente con aquellos que le recordaban a su
padre).
Según
Riviere esta paciente pertenecería al grupo de mujeres homosexuales,
aunque no estuviera interesada por otras mujeres. Es decir, una mujer
cuya orientación sexual sería la homosexualidad, pero no así sus
prácticas sexuales. "Siempre teniendo en cuenta, aclaró
Beatriz Preciado, que hasta mediados del siglo XX la homosexualidad
se entendía como inversión de género y no como relación entre
individuos del mismo sexo". Esta inversión le generaba a su
paciente una terrible angustia (pues provocaba la censura del resto
de los hombres) que sólo lograba sortear si utilizaba la feminidad
como una máscara, como un disfraz que camuflara sus rasgos marcados
de masculinidad y evitara las represalias de los hombres por haber
entrado en su territorio (el ámbito público, el espacio político y
de la palabra).
Esta
noción de la feminidad como máscara formulada hace más de 70 años
nos remite ya, como puso de manifiesto Butler, al concepto de
performance, a la idea de que el género es una construcción
cultural, una elaboración política y no algo natural. Pero Rivière
y todo el aparato discursivo psicoanalítico posterior mantiene la
dicotomía entre masculinidad y feminidad, otorgando a lo masculino
un valor originario (natural) y subrayando de lo femenino su carácter
de máscara. "La cultura queer, aseguró Beatriz Preciado, va
mucho más allá, al plantear que no existe tal dicotomía, ni
siquiera diferencia entre una feminidad/masculinidad verdadera y otra
impostada, sino que toda identidad de género es una perfomance, una
mascarada".
Performances
de género y políticas del performativo: la aportación de la teoría
queer
Una
definición genérica de performance como proceso de repetición
regulada (que abarca desde el ritual a la mascarada, pasando por el
travestismo o las representaciones paródicas) permite asociar este
concepto con la idea de performatividad como acto lingüístico y a
su vez evitar la excesiva estetización que ha adquirido el término
en el mundo del arte (donde se ha neutralizado su carga política).
Las teorías queers, que nacen de un cruce metodológico y
disciplinario, han explicado el género en términos de performance,
una tesis que en los textos fundacionales de Judith Butler se
desarrolla a partir del análisis de la cultura Drag Queen.
"Pero
Judith Butler, indicó Beatriz Preciado, se basa exclusivamente en el
análisis de las performances de la feminidad, y se apoya todavía en
el discurso psicoanalítico que concebía la feminidad como mascarada
y la masculinidad como algo natural". Para la autora de
Manifiesto contrasexual las teorías queers deben articular una
visión sobre el amor, el placer y la sexualidad completamente
alternativa al psicoanálisis, una disciplina que surge de una
cosmovisión burguesa y fundamentalmente colonial y que se sustenta
sobre la noción del sujeto (masculino) de la modernidad. Según
Beatriz Preciado, a partir de los años 60 se ha abierto un espacio
político y social en el que los presupuestos psicoanáliticos no
encajan.
Uno
de los problemas de la teoría queer, al menos en su formulación
butleriana, es que intenta conciliar dos planteamientos filosóficos
distintos sobre el sujeto y el poder. Por un lado, los textos
psicoanalíticos que describen el poder como censura, como instancia
de represión, y ven la relación entre el sujeto y el discurso en
términos dialécticos (planteando que existe un deseo que antecede
al sujeto, una pulsión anterior al lenguaje y al discurso). Por otro
lado, los análisis de Foucault sobre la sexualidad (que Preciado
completaría y matizaría con las reflexiones de Monique Wittig y los
trabajos de Deleuze y Guattari) en los que se concibe el sujeto como
producto del discurso y el poder como producción.
En
su libro The straight mind (1980) Monique Wittig, activista y
ensayista lesbiana fallecida recientemente, definía el sexo y el
género como una construcción y consideraba las actividades
asociadas a lo femenino (la reproducción, el matrimonio, el cuidado
de los hijos,...) como elementos de una cadena de producción social
y demográfica destinada a la reproducción de la vida. Wittig
calificaba la heterosexualidad no ya como una práctica sexual sino
como un régimen político (un sistema de producción capitalista),
un análisis que conecta con la noción foulcatiana de biopolítica.
Para Wittig, que sustituye la dualidad dialéctica de la opresión
hombre/mujer por la de hetersosexualidad/homosexualidad, "la
mujer" no es una identidad natural, sino una categoría política
que surge en el marco de un discurso heterocentrado. En este sentido
la autora de The straight mind consideraba que las lesbianas no son
mujeres, ya que no participan en el régimen político (productivo y
reproductivo) de la heterosexualidad.
Desmarcándose
de la dialéctica binaria de la opresión marxista y en
continuidad
con el pensamiento de Foucault y de su coetánea Monique Wittig, las
teorías queers hablan de un poder productivo, transversal,
complejo.
"Frente a una estructura de dominación vertical y sin fisuras,
puntualizó Beatriz Preciado, donde a un lado están los hombres y al
otro las mujeres (o a un lado los poderosos y al otro los oprimidos),
las teorías queers piensan que existe un sistema complejo que pone
en marcha múltiples relaciones de poder y en el que, por tanto, es
siempre posible intervenir, crear espacios de resistencia y
desarrollar una lucha política".
En
los textos teóricos queers es muy importante la reflexión sobre el
sujeto de la enunciación. En la película Paris is burning
(proyectada parcialmente durante la tercera jornada del seminario) el
sujeto de la enunciación es Jeannie Livingstone, una persona blanca,
judía, neoyorquina y de clase media-alta (lo que determina su mirada
e interpretación de la realidad) que dirige un filme sobre
transexuales, travestíes y trabajadoras sexuales de clase baja (en
su mayoría chicanos, negros o white trash) participando (como
autores o como espectadores) en actuaciones de Drag Queens. El filme
presenta las performances de género de estas Drag Queens no como una
mera representación escénica (para la que bastaría colocarse una
peluca y un traje) sino como el resultado de un proceso de
aprendizaje performativo muy determinado por una serie de condiciones
personales, materiales y sociales.
"Pero
lo interesante de Paris is burning, subrayó Beatriz Preciado, es que
no sólo articula un sugerente análisis del género, sino que además
lleva a cabo una exploración de las políticas de identidad en el
mundo capitalista al mostrarnos los accesorios de las Drag Queens
como productos de consumo que simbolizan todo un conjunto de roles
económicos y políticos". Gracias a la creación de un espacio
performativo donde se sienten respaldadas, estas drags marginales
pueden acceder a la cultura y a los sistemas de representación
consumistas a través de performances que les permiten realizar no
sólo la performance de la feminidad, sino también la performance
del hombre de negocios o del alumno de un colegio privado
(identidades que no pueden o no han podido desempeñar por un
conjunto de imposiciones políticas de género, clase y raza). En
este sentido, las parodias de los habitantes del mundo paralelo del
Ball Room de Paris is Burning, ponen de manifiesto la producción
performativa no sólo del género, sino también de la clase y de la
raza.
POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER; MÁS ALLÁ DEL GÉNERO Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA - Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad
Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad
POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER: SEXO Por Lorena Cuevas Ramirez
Lorena Cuevas Ramirez
SEXO A GO GÓ Y PUTIFICACIÓN DEL FEMINISMO: POSTPORNO O DE COMO NO DEVENIR PERRA LORENA CUEVAS RAMIREZ
Mujercitas, el coraje de las madres, la píldora, cóctel hipercargado de estrógenos y progesterona, el honor de las vírgenes;
La bella durmiente, la bulimia, el deseo de un hijo, la vergüenza de la desfloración;
La sirenita, el silencio frente a la violación;
Cenicienta;
la inmoralidad última del aborto, los pastelitos, saber hacer una buena
mamada, el Lexomil, la vergüenza de no haberlo hecho todavía;
Lo
que el viento se llevó, decir no cuando quieres decir sí, quedarse en
casa, tener las manos pequeñas, los zapatitos de Audrey Hepburn, la
codeína, el cuidado del cabello, la moda, decír sí cuando quieres decir
no, la anorexia, el secreto de saber que quien te gusta realmente es tu
amiga, el miedo a envejecer, la necesidad constante de estar a dieta, el
imperativo de la belleza, la cleptomanía, la compasión, la cocina, la
sensualidad desesperada de Marilyn Monroe, la manicura, no hacer ruido
al pasar, no hacer ruido al comer, no hacer ruido, el algodón inmaculado
y cancerígeno del Tampax, la certitud de la maternidad como lazo
natural, no saber gritar, no saber pegar, no saber matar, no saber mucho
de casi nada o saber mucho de todo pero no poder afirmarlo, saber
esperear, la elegancia discreta de Lady Di, el Prozac, el miedo de ser
una perra calentona, el Valium, la necesidad del string, saber
contenerse, dejarse dar po culo cuando hace falta, resignarse, la
depilación justa del pubis, la depresión, la seda, las bosiltas de
lavanda que huelen bien, la sonrisa, la momificación en vida del rostro
liso de la juventud, el amor antes que el sexo, el cáncer de mama, ser
una mantenida, que tu marido te deje por otra más joven…
Algunos códigos semiotico-técnicos de la masculinidad pertenecientes a la ecología política farmacopornográfica:
Río
Grande; el fútbol, Rocky, llevar los pantalones, saber dar una hostia
cuando es necesario; Scarface, saber levantar la voz; Platoon, saber
matar, los medios de comunicación, la úlcera de estómago, la precariedad
de la paternidad como lazo natural, el buzo, el sudor, la guerra
(aunque sea en su versión televisiva), Bruce Willis, la Intifada, la
velicidad, el terrorismo, el sexo por el sexo, que se te levante como a
Rocco Siffredi, saber beber, ganar dinero, Omeoprazol, la ciudad, el
bar, las putas, el boxeo, el garage, la vergüenza de de que no se te
levante como a Rocco Siffredi, el Viagra, el cáncer de próstata, la
nariz rota, la filosofía, la gastronomía, tener las manos sucias, Bruce
Lee, pagar una pensión a tu ex mujer, la violencia doméstica, las
películas de horror, el porno, el juego, las apuestas, los ministerios,
el Gobierno, el Estado, la dirección de empresa, la charcutería, la
pesca y la caza, las botas, la corbata, la barba de dos días, el
alcohol, el infarto, la calvicie, la fórmula 1, el viaje a la Luna, la
borrachera, colgarse, los relojes grandes, los callos en las manos,
cerrar el ano, la camaradería, las carcajadas, la inteligencia, el saber
enciclopédico, la obsesión sexual, el donjuanismo, la misoginia, ser un
skin, los serial-killers, el heavy-metal, dejar a tu mujer por otra más
joven, el miedo a que te den por el culo, no ver a tus hijos después
del divorcio, las ganas de que te den por el culo…”.
Dra. Beatriz Preciado
Kultur 21 Dr. Adolfo Vásquez Rocca y Rommy Asistente 2013
Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad
Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denis
http://www.observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm
Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
COMO NO DEVENIR PERRA _kATE MOSS
Devenir Perra.
Una perra trans feminista, una ética de la manada de las perras, una escritura perra, una perra que reniega del patriarcado con otras herramientas, las boas de plumas, los tacones, el sexo. Una perra feminista como pocas.Itziar Ziga
Género Feminismo, psicoanalisis y Modernidad Líquida Adolfo Vásquez Rocca
I.-
Orgasmicamente estamos viviendo una revolución, una sexualización y una putificación del feminismo”.
Itziar
Ziga, abanderada del activismo feminista, mezcla critica al
heteropatriarcado capitalista con sexo a go gó, a partes iguales.
Su libro es más que sugerente Devenir perra
es un grito de guerra divertido y desacomplejado, según dice la
Editoral Melusina. Una lúcida reflexión sobre el postporno, un nuevo
movimiento que tiene como consigna, y cito textualmente de la noticia,
la apropiación de cotos que antes estaban sujetos a un poder
heteronormativo.
Por
ejemplo, el cine porno; una parcela de terreno del hombre heterosexual
donde todos los contenidos estaban destinados a él. Y ahí es donde entra
en juego este movimiento postpornista. Ahora son ELLAS las que hacen su
propio porno en vista de que se han hartado de ver en las películas
tanta mujer subyugada…
No
sé por qué ola vamos dentro de la Historia del Feminismo. Supongo que
por la cuarta o quinta. Esta nueva ola libra la guerra contra el
patriarcado en el campo de batalla del cuerpo, con el objetivo de no
estigmatizar la sexualidad femenina, lo cual es algo realmente llamativo
como forma de reivindicación. Algo así como un “a follar que el mundo
se va a acabar”.
Espero
que en sus reivindicaciones, las mujeres, heterosexuales, lesbianas y
bisexuales, utilicen preservativo. No está la cosa como para engrosar
las listas de afectados por el VIH por muy feminista que se sea.
Por
desgracia, en la sociedad actual la mujer que es sexualmente muy activa
es considerada una meretriz. No se ve hasta qué punto esa forma de
reivindicación va a erradicar esa patriarcal concepción sobre la mujer.
Itziar Ziga
Así, puesto que la inocencia histórica de las mujeres no es una categoría crítica sostenible para el feminismo, deberíamos pensar las imágenes como productoras (potenciales) de contradicciones tanto en los procesos sociales como subjetivos.
Teresa de Lauretis
Nuestra complejidad no cabe en la estrechez de un mapa que pondría en un extremo a bollos y a maricas, en el otro a heteros y en el territorio intermedio a bisexuales. No se trata de con quien follamos, es una cuestión de opresión y de alianzas políticas, de identidades estratégicas.Itziar ZigaTeoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad
Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denis
http://www.observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm
SEXO A GO GÓ Y PUTIFICACIÓN DEL FEMINISMO:POSTPORNO O DE COMO NO DEVENIR PERRA _ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
COMO DEVENIR PERRA _kATE MOSS
Mi sexualidad es una creación artística
El documental Mi sexualidad es una creación artística nos habla del cómo eso que hemos creído dado como natural no es sino siempre producto de una ficción. Lucía Egaña Rojas genera la ficción de la conformación de una colectividad de gente que comparte entre otras cosas un uso terrorista del cuerpo. Un engranaje de planos, dildos, fisting y estéticas drag parecieran mostrarnos un grupo en Barcelona que de la mano del porno- terrorismo y de las definidas prácticas expuestas en el libro Manifiesto contrasexual de Beatriz Preciado, conforman un “nosotros” más amplio. Pero, ¿qué significa habitar un “nosotros” en los espacios de resistencia a la hegemonía sexual imperante? ¿existe ese “nosotros”? ¿rompe la colectividad las tecnologías del “yo” naturalizadas en lo cotidiano? Me parece importante revisar a la luz de este documental, las estrategias de resistencia que operan en la formación de espacios como este.
La feminista Gayatri Chakravorty Spivak se pregunta por el cómo podemos habitar políticamente ese espacio que llamamos colectividad. Expone que las experiencias que podrían traducir esta interrogante están en relación a las políticas amistad pues es muy complejo iniciar un trabajo colectivo sin una red de amigos. De hecho, se ha propuesto que luego de la historia de la sexualidad, deberíamos quizás estudiar la historia de la amistad puesto que en ella se encontrarían respuestas claves a cómo las diferentes formas de relación en el espacio de lo público y lo privado han ido mutando.
Bibliografía
COLECTIVO SITUACIONES. Impasse : dilemas políticos del presente, Buenos Aires: Tinta Limón, 2009.
DE LAURETIS, Teresa. Alicia ya no: feminismo, semiótica, cine, Madrid: Ediciones cátedra, 1992.
SPIVAK, Gayatri Chakravorty. Muerte de una disciplina, Santiago: Editorial Palinodia, 2008.
ZIGA, Itziar. Devenir Perra, España: Editorial Melusina, 2009.Kate Moss/Stella McCartney partying 2013
Los miedos nos golpean uno a uno en una sucesión constante aunque azarosa, ellos desafían nuestros esfuerzos (si es que en realidad hacemos esos esfuerzos) de engarzarlos y seguirles la pista hasta encontrar sus raíces comunes, que es en realidad la única manera de combatirlos cuando se vuelven irracionales. El miedo ha hecho que el humor del planeta haya cambiado de manera casi subterránea.
ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D.
¿POR QUÉ A LOS HOMBRES NOS GUSTAN LAS CABRONAS?
Chicas Cabronas: Ideas dispersas sobre el deseo y la fantasía
Por Joaquín Peón Iñiguez
Chicas Cabronas: Ideas dispersas sobre el deseo y la fantasía
Ibargüengoitia, Sábato, Kafka. Las calientahuevos, las tapatías, las casadas. Lo cursi, las mentiras, las anécdotas. El autor busca una respuesta en la divagación.
Lo que más me gusta de Gloria es su ingenuidad. Es una muchacha que carece por completo de malicia. ¿Crees tú que eso sea anormal, que me atraiga una mujer por honesta? A veces se me ocurre que soy un degenerado.
—Jorge Ibargüengoitia
Perfil psicológico de la cabrona
Las cabronas vienen en todos los disfraces, caben en cualquier piel y aparecen sigilosas en los lugares más insospechados: un confesionario, un circo, una oficina, un museo, un camión. Aunque existen patrones en su comportamiento, no los hay en su personalidad, algunas son alegres, otras entristecen como girasoles o son oscuras como las pesadillas de un anciano. En la mayoría de los casos, esto podrán atestiguarlo muchos, las cabronas pertenecen a la tradición de la Gorgona.
La balsa de la medusa, Théodore Géricault
La cabrona demanda atención y utiliza los métodos más retorcidos para conseguirlo. Cuando lo hacen envolviéndote en su misterio es uno de los prodigios máximos de la seducción; cuando te manipulan con mentiras que parecen mentiras, sólo provoca patetismo.
Mayormente son mentirosas compulsivas, se creen sus propias mentiras, tanto que si creyeran que sangran, sangrarían. Es común que una mentira lleve a otra, por lo mismo evaden su realidad y cualquier responsabilidad con ella, así como con el otro. Tienen problemas de confrontación, la verdad las hace miserables. Se autojustifican cualquier acto o actitud porque en algún momento de su educación les inculcaron restringidos valores de comportamiento, niegan su propia naturaleza porque les enseñaron a asociarla con el mal, le temen al castigo porque fueron castigadas. Lloran en silencio. Las cabronas, en ese sentido, son vulgares cristianas cualquieras. Son egoístas, es curioso que pasen por insensatos procesos mentales eludiendo las consecuencias, pero al final sus decisiones terminan perjudicándolas más, uno puede dedicarle una vida a huir de su realidad, pero tarde o temprano te alcanza y te pone una madriza épica. Por esa misma mecánica les cuesta trabajo crear apegos, caminan tomadas de la mano del viento. La cabrona demanda atención y utiliza los métodos más retorcidos para conseguirlo. Cuando lo hacen envolviéndote en su misterio es uno de los prodigios máximos de la seducción; cuando te manipulan con mentiras que parecen mentiras, sólo provoca patetismo. Por miedosas están condenadas a vivir en la perenne insatisfacción.
El deseo y la desilusión
Anuncié en el Facebook el tema de esta columna y Paco Marín, un estimado amigo teatrero en Mérida, me hizo llegar una recomendación con todo y una pista: lo fácil nos apaga el deseo. La escena que me sugirió Paco aparece en la obra El Público de Federico García Lorca y trata de una figura cubierta por cascabeles y otra por pámpanos que se persiguen y se eluden, danzando, huyendo de cualquier definición a través de un juego de asociaciones libres. Si tú eres X, yo seré Z, si tú eres Z, yo seré un faro de luz. El fragmento es una clara representación del deseo, el nutriente del que se alimenta una cabrona, sentimiento primigenio, fuerza creativa y creadora, energía amoral, manifestación absoluta de poder. En la misma escena se intercalan constantemente los roles del perseguido y el perseguidor, el deseado y el deseante, nunca conviven los dos. La imposibilidad fascina, la materialización desilusiona. Me detengo por ahora, racionalizar el deseo es de mala educación.
Figura de Pámpanos: cuando rondas el lecho y los objetos de la casa te sigo, pero no te sigo a los sitios adonde tú, lleno de sagacidad, pretendes llevarme. Si tú te convirtieras en pez luna, yo te abriría con un cuchillo, porque soy un hombre, porque no soy nada más que eso, un hombre, más hombre que Adán, y quiero que tú seas aún más hombre que yo. Tan hombre que no haya ruido en las ramas cuando tú pases. Pero tú no eres un hombre. Si yo no tuviera esta flauta, te escaparías a la luna, a la luna cubierta de pañolitos de encaje y gotas de sangre de mujer.
Mujeres de perla
Las tapatías tienen una forma petulante de ser cabronas, no te miran a los ojos cuando te conocen, me da la impresión de que si les hablas sucio se van a persignar.
Lo cursi
Blow-up, de Antonioni
Cabrona, te quiero desde antes de haber nacido, te vengo imaginando desde otra vida y sé que cuando muera será asfixiado entre tus muslos fuertes como armaduras y tu clítoris de aguijón. También sé que eres una sola ninfa compuesta de todas las mujeres que he deseado y que tu cuerpo pierde una prenda o revela una nueva mueca cada vez que conozco a una mujer más. Es por eso que a veces tu lunar se muda de la comisura de tu boca a la areola de tu pezón, a tu pubis le crece el pelo de un día a otro, tus ojos conmueven y ametrallan, a veces muerdes cuando besas y otras tantas no te dejas besar. Sólo te reconozco porque me veo a mí en ti y siempre estoy como gritando de angustia, como gritando de triste, como volando de esperanza. Soy un hombre cursi, un escritor cursi al que le ocurren experiencias cursis como volver a descubrir de adulto las maravillas de recorrer la ciudad en bicicleta o recuperar la fe en la humanidad porque hay un nuevo perro en la casa. Pero uno no puede vivir así, no es justo, me están ocurriendo episodios extraños por tu culpa, llevo varias vidas sin dormir, he perdido amistades, me he aficionado a la bebida, mis cicatrices se han ido expandiendo y a mí me urge que se me caiga la piel; estoy envejeciendo rápido, sólo espero que te mueras pronto o que yo madure en un golpe de amanecer y aprenda a querer a una mujer, dulce y tierna, que me quiera también.
La calientahuevos
Techingus Eltragus Ymevoyconelnegrus. Perteneciente a la especie Squamata. Nocturna, carnívora, invertebrada; alas de oro, garras de bronce y colmillos de jabalí. Tienen las escamas cubiertas de piel. La locomoción la realiza mediante ondulaciones laterales del cuerpo en la zona cintura-caderas-nalgas, las subespecies bailan reggaetón y las virtuosas salsa. Utilizan sus colmillos para infectar a su víctima de fantasía y luego succionarla de vuelta, dejan el cuerpo tirado, inerte, derrotado, cadavérico… junto a una botella de mezcal y un recipiente para cacahuates que parece un cenicero.
Una anécdota
No quise volver a verla, supe que una segunda cita hubiera sido suficiente para quererla y así como el VIH infecta las vías circulatorias, enamorarse de una cabrona envenena la respiración.
Una vez salí con una mujer que había estado en el manicomio. Antes de verla me advirtió que los hombres terminaban huyendo de ella porque sus ideas les provocaban un miedo fatal, eso, por supuesto, me excitó aún más. Yo conducía borracho a 140 kilómetros por hora, gritando por la ventana, así, así, que lo escuchen todos, mientras ella me agarraba la verga y me recitaba un poema de Blake al oído. Paramos en un clandestino por unas caguamas, bebimos un rato, me cantó una canción de Syd Barret y otra de Neil Young, desafinada, perfecta. Le pregunté si era posible conocer a una mujer en una sola noche, se levantó casi pausada, sin preocuparse por su minifalda, dio vueltas en círculo y comenzó a lanzarme con violencia sus libros más queridos, sus discos favoritos y finalmente su diario. Lo leí durante media hora sin hablar, me corté sin querer con sus páginas, unté la sangre en un cigarro y se lo encendí para que lo fumara. Después cogimos como adentro de un manicomio. No quise volver a verla, supe que una segunda cita hubiera sido suficiente para quererla y así como el VIH infecta las vías circulatorias, enamorarse de una cabrona envenena la respiración.
Un fragmento de José María Álvarez
Y ah, cómo retoza,
cómo brilla, fantástica, a las luces
de este bar, qué hermoso es ese rostro
sin destino, excitante, cómo mastica
nuestras entrañas, ese juguillo que le resbala
por la comisura de los labios…
Por fin, la quintaesencia
de la sonrisa de la Esfinge,
morfina de la desesperación,
que bailará, llamándonos
más allá de la cenizas, las ruinas, los despojos,
por fin, la dulce mano
que sostendrá, arrancado del cadáver,
el corazón aún latiendo del Horror.
Ibargüengoitia y las cejas de mujer
Esta semana tuve, a partir de una cita de Ibargüengoitia que posteé en Facebook, una amena conversación sobre las cejas de las mujeres.
Cejas: las de los hombres son espejo de la sexualidad. Las pobladas son indicio de un miembro viril muy desarrollado, las que se unen en el caballete reflejan un temperamento apasionado e insaciable, las que al llegar a la sien se dividen en varias hileras de pelos son en cambio signo de un carácter voluble y propenso …a la depravación. Las cejas de las mujeres no son indicio de nada.
Mi amiga Fiera se opuso al comentario y juró por los siglos de los siglos que no leería a Ibargüengoitia, no importa cuánto se lo recomendaran. Unos cuantos comentarios y manos con el pulgar arriba más tarde pude llegar a ciertas conclusiones. 1) Las cejas de la mujeres, maquilladas, depiladas, tatuadas, son una extensión de su racionalidad, no de su naturaleza, y por ende debemos ser precavidos a la hora de leer sus señales. Las cejas cifran los mensajes más simples. 2) Me encantan pobladas, despeinadas, unicejas, pintadas por un fino pincel y no descarto del todo que si algún día conociese a una mujer cuyas cejas le cercaran los ojos, podría gustarme también.
Una especie en extinción
La Mujer Mamasota de la que habló Guillermo Samperio, la que se pasea por el centro del Distrito Federal, arranca los chiflidos de los burócratas y le da aliento a la creatividad alburera de los albañiles, la del peinado esponjado, los tacones altos, el maquillaje excesivo, la que de vez en cuando se deja pellizcar las nalgas y si eres afortunado te deja invitarle un trago y llevarla a un motel. Por ellas que están en peligro de extinción, porque vulgarizaron-vulvarizaron la coquetería nacional y dignificaron la cabronés de la ciudad de los palacios: brindo.
Las casadas
Existen dos grandes riesgos de tener un romance con una mujer casada, el primero es que te sorprenda el marido, el segundo es que tenga una escopeta.
El deseo y la ilusión
Las mujeres de Fellini
Lolita plantea una posibilidad perturbadora: la cabrona sólo existe en la mente del hombre. Retomé algunos capítulos del libro pensando que me encontraría con el personaje de la nínfula mucho más seductor, más agresivo sexualmente; sin embargo, releyendo las descripciones quirúrgicas de Nabokov, me queda claro que Lo-Lola-Dolly-Dolores es una niña de catorce años bella y estándar, el resto es producto de la imaginación y la locura de Humbert Humbert. Percibimos al otro no a partir de lo que es, sino de lo que deseamos que sea; las relaciones, en todas sus formas, son un juego de navajas e ilusiones. Cuando la niña se sienta inocentemente en el sofá con el pedófilo, intentando recuperar una revista, él lo describe como “el más prolongado éxtasis experimentado jamás por hombre o monstruo”. Éste, por supuesto, no sería el único caso, desde Helena, pasando por Dulcinea, llegando a la última palabra que se escribe cada día, la idealización del hombre en todas las manifestaciones de la ficción y la poesía es una contribución tan grande a la humanidad como la de cualquier ciencia, realmente no somos tan interesantes y si se nos ocurre decir que las cejas de la mujer no son indicio de nada, a pesar de que seguramente lo son, es porque este mundo sería inhabitable si no lo significáramos imaginándolo con las más elegantes mentiras.
En Sobre héroes y tumbas, de Ernesto Sábato, la percepción y el amor que tiene Martín por Alejandra está determinado por sus propios miedos, los miedos son también fantasías. Esta idea se explicita constantemente en una obra menor del argentino, El túnel.
Me sentí grotesco y pensé vertiginosamente que todo lo que había pensado y hecho durante esos meses era el colmo de la desproporción y del ridículo, una de esas típicas construcciones imaginarias mías, tan presuntuosas como esas reconstrucciones de un dinosaurio realizadas a partir de una vértebra rota.
La escritura de Kafka se inspiró en cierta medida en la ilusión de su mujer Felice Bauer como la lectora ideal, la que vive el mundo como quien lee un libro y lee un libro como quien vive un mundo.
La bailarina Eduardova, al aire libre, no es tan bonita como en escena. El color pálido, esos pómulos que tensan la piel hasta el punto de que apenas si puede mover la cara, la nariz grande que surge como de una cavidad, con la que no se pueden gastar bromas… tales como comprobar la dureza de la punta o cogerla delicadamente por el hueso y moverla de un lado a otro, diciendo: ahora sí vas a venirte conmigo.
En El libro del desasosiego, Bernardo Soares resume la idea como sólo Pessoa podría hacerlo.
Te estoy esperando, en un devaneo, en nuestra habitación de dos puertas, y te sueño viniendo y en mi sueño llegas hasta mí por la puerta de la derecha; si en cambio, cuando entras, lo haces por la puerta de la izquierda, hay ya una diferencia entre tú y mi sueño. Toda la tragedia humana está presente en este pequeño ejemplo que dice cómo aquellos con quienes pensamos nunca son aquellos en quienes pensamos.
Los estereotipos del hombre y la mujer, así como la exploración de su maldad, siempre han sido un componente importante de las mejores narrativas. Hay que partir de esos arquetipos para después adentrarnos en sus pensamientos y descubrir sus complejidades particulares.
El tema del machismo está implícito en esta columna y en cualquier texto que emita juicios sobre el género femenino. Los estereotipos del hombre y la mujer, así como la exploración de su maldad, siempre han sido un componente importante de las mejores narrativas. Hay que partir de esos arquetipos para después adentrarnos en sus pensamientos y descubrir sus complejidades particulares. Hace algunos meses Heriberto Yépez publicó un artículo lamentable sobre el machismo en las novelas de Sábato y Cortazar donde reducía los personajes femeninos de ambos a réplicas exactas de las canciones de Vicente Fernández. Las mujeres de Sábato también son muy inteligentes, críticas de su época, libres y si se ven bien en minifalda es porque el personaje lo demandaba y si los hombres las perciben con lentes machistas es porque así ocurre en la realidad, son ellos los que terminan pareciendo enfermos, sería irresponsable escribirlo de otra forma. El lector debe tener una moral propia, ajena al texto, que le permita formular sus propios juicios.
Las cabronas nos distancian de la realidad ordinaria y nos acercan a un mundo de misterio donde uno deja de existir para comenzarse a leer.
Hipótesis dispersas
Si descartamos la teoría de que sean un producto de nuestra imaginación, sólo queda la posibilidad de que sea trate de una condición real y tenga una lógica. Se me ocurren algunas explicaciones comunes para este dilema que le acontece más a la cuántica que a mí; la carga histórica de marginación hace que las mujeres busquen reafirmar su posición de poder y control; como dijo Freud: el que sale de una vagina cabrona, siempre querrá regresar a ella; quizás se autoprotegen, la cabronés es un falso riesgo; tal vez el hombre busca desesperadamente el drama dentro de los modelos de vida anestesiados o carga con una culpa que busca equilibrar con un castigo proporcional; podría ser una revancha contra el padre; una naturaleza desapegada; una construcción social; una tradición; un gen. Confundido y angustiado me encuentro en la sala con Juan Esteban, el amigo narrador con el que vivo, la clase de persona que se levanta a las cuatro de la madrugada, lee un libro y se regresa a dormir. ¿Cuál crees que sea la característica distintiva de las mujeres cabronas?, le pregunto. Ser mujer, responde primero en broma. Se aprovechan de la parte femenina del hombre porque la conoce bien y por ese flanco embiste, añade con mirada maniaca después de darle un sorbo apaciguado a su café. Resignado me asomo por la ventana, me quedo ahí un rato, no me queda otro remedio que aceptar esta existencia miserable: triste y calenturiento.
Compilador: Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Archivado en Octubre 2010Prólogo1.-
El Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados, es un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011 (convocada por diversos colectivos), donde después de que 40 personas decidieran acampar en la puerta del Sol esa noche de forma espontánea,1 se produjeron una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP (PPSOE) y del dominio de bancos y corporaciones, así como una "auténtica división de poderes" y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático. Ha aglutinado a diversos colectivos ciudadanos con distintos lemas, como el de la manifestación del 15 de mayo: «No somos marionetas en manos de políticos y banqueros»2 o «Democracia real ¡YA! No somos mercancía en
Género Feminismo, psicoanalisis Por Adolfo Vasquez Rocca
2.-
El 15-M es un proyecto loable que encierra varias contradicciones… Al igual que la situación comprometida de varios gobiernos europeos que mantienen o mantenían estrechos lazos económicos, Italia e Inglaterra a la cabeza, con el dictador Gadafi, que de simplemente excéntrico ha pasado a malvado criminal de guerra… Cabe preguntarse si el apoyo diezmado y parcial de varios gobiernos europeos a las movilizaciones de los países árabes no estará en la posibilidad de una vez liberalizada “democráticamente” la zona no será un buen momento para empezar a hacer negocios allá. Estando la ribera mediterránea norte saturada de emporios urbanísticos alzados en nombre del turismo, cuántas multinacionales no se estarán frotando las manos al pensar en esos miles de kilómetros vírgenes de playas listas, una vez pacificadas, para que sean ocupadas inmediatamente por jubilados alemanes en cómodos complejos turísticos libres de dictadores y del islam.
En España la situación es similar. Más allá de las protestas y la lógica indignación por la corrupción de los partidos políticos, las cosas no están muy claras… Si se habla de que los jóvenes que han encabezado las protestas son de las generaciones mejor formadas de toda la historia de España, la solución a su conflicto no parece fácil.
A gente con 26 años y un par de carreras y que no tienen trabajo en el actual momento de crisis va a ser muy difícil que el gobierno les encuentre un trabajo de acuerdo con sus expectativas, o que simplemente sea adecuado a su nivel de capacitación.
Cuando los aparatos de gobierno, el Estado, están obligados a adelgazar y a dar facilidades a las empresas para que no cierren y se vayan a otros lugares, difícilmente se les puede exigir que creen las condiciones necesarias para que hayan empleos dignamente remunerados. El mercado laboral está en manos de las empresas y a éstas no les importa nada más que las utilidades y los beneficios, no el bienestar de la sociedad.
El sistema capitalista salvaje y despiadado ha copado los centros de decisión y los gobiernos son marionetas de los intereses de multinacionales que arremeten y especulan sin tener en cuenta la devastación social que generan. A los votantes se les contenta de la mejor manera, incluso con expectativas falsas o irrealizables y a costa de un endeudamiento crónico que se encontrarán las generaciones que precisamente ahora se rebelan.
Indignarse es lo menos que se puede hacer en las actuales condiciones, pero ¿habrá manera de desatascar el caos en el que medio siglo de capitalismo salvaje ha sumido al planeta entero?
Vivimos las consecuencias de un cúmulo de decisiones irresponsables, manifestarse es lícito, lógico e incluso saludable. Pero ¿servirá de algo? ¿Nos acordaremos de esas protestas dentro de medio año? ¿Alguien recuerda que apenas hace tres meses el mundo temblaba por el desastre nuclear (que por cierto no termina de remitir) ocurrido en Japón?
El movimiento de los indignados ¿Hasta cuándo resistirán?
Notas
[1] Audre Lorde, Sister Outsider, California, Crossing Press, 1984.
[2] Ti-Grace Atkinson, « Radical Feminism »,en Notes from the Second Year, New York, Radical Feminism, 1970, pp. 32-37 ; Ti-Grace Atkinson, Amazon Odyssey, New York, Links, 1974.
[3] Radicalesbians, « The Woman-Identified Woman », en Anne Koedt, dir. Notes from the Third Year, New York, 1971.
[4] Monique Wittig, The straight mind and other essays, Boston, Beacon Press, 1992.
[5] Michel Foucault, Historia de la sexualidad, Volumen I, Siglo XXI, Madrid, 1979.
[6] Maurizio Lazzarato, Puissances de l'invention. La psychologie économique de Gabriel Tarde contre l'économie politique, Paris, Les Empêcheurs de penser en rond, 2002.
[7] Para un análisis detallado de este uso de los tropos homosexuales, ver el capítulo « Deleuze o el amor que no osa decir su nombre », en Beatriz Preciado, Manifiesto contra sexual, Opera Prima, Madrid, 2002.
[8] Le Monde, sábado 11 de enero de 2003.
[9] Félix Guattari, Recherches, « Trois millards de pervers », marzo 1973, pp.2-3.
[10] Teresa De Lauretis, Technologies of Gender, Essays on Theory, Film, and Fiction, Bloomington, Indiana University Press, 1987.
[11] Donna Haraway, Ciencia, cyborgs y mujeres, Cátedra, Madrid. 1995.
[12] Judith Butler, El género en disputa, Paidós, México, 2001.
[13] Judith Halberstam, Female Masculinity, Durham, Duke University Press, 1998.
[14] Marie-Hélène Bourcier, Queer Zones, politiques des identités sexuelles, des représentations et des savoirs, Paris, Balland, 2001.
[15] Gloria Anzaldúa, Borderlands/La Frontera : The New Mestiza, San Francisco, Spinster/Aunt Lutte, 1987.
[16] Gloria Hull, Bell Scott and Barbara Smith, All the Women Are White, All the Black Are Men, But Some of Us Are Brave : Black Women's Studies, New York, Feminist Press, 1982.
Revista Multitudes. Nº 12. París,
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011PUBLICACIONESPublicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanashttp://dialnet.uniri...?codigo=1053859Publications Scientifichttp://de.scientific...o_vásquez_roccaBiblioteket og Aarhus Universitet, Denmark | Det Humanistiske Fakultethttp://www.statsbiblioteket.dk/BIBLIOTECA UNI>ERSIA – Unesco - CSICBiblioteca Universidad Complutense de MadridDirectorio de recursos digitales - Ministerio de Cultura, Españahttp://roai.mcu.es/e...or&idValor=3440
ADOLFO VASQUEZ ROCCA
Luz Elena González y Adolfo Vásquez Rocca México TV Televisa
PARIS FASHION WEEK
Hace unos días el Paris Fashion Week fue testigo de una protesta que para nadie es desconocida. Dos mujeres activistas del grupo feminista FEMEN traspasaron toda medida de seguridad e irrumpieron a torso desnudo en el desfile de Nina Ricci a modo de protesta y performance en contra del rol de las modelos. Fue cosa de segundos para que seguridad las expulsara de la sala luego de que lograran subir a la pasarela, pero cámaras de todo el mundo lograron registrar el momento, provocando conversaciones y debates en todas partes sobre la intervención. ¿Quienes son y cual es la razón de sus constantes irrupciones en la industria de la moda?
FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: DE LA BIOPOLÍTICA A LA PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; APUNTES PARA UNA POLÍTICA DE LOS “LOS ANORMALES” _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
FEMEN es un grupo activista y feminista ucraniano reconocido por sus diversas protestas contra diferentes personajes o instituciones en topless. Con más de 300 activistas, se han dedicado a irrumpir a modo de performance en diversas actividades que consideran degradantes para la mujer.
“La moda dicta terror” y “Modelo, no vayas al burdel” son las frases que estas mujeres escribieron en sus torsos desnudos durante el desarrollo del desfile de la colección de Primavera de Nina Ricci. Pero esta no es la primera intervención del grupo ucraniano: a finales de Mayo, dos integrantes de la misma agrupación entraron (también contra todo sistema de seguridad) al set donde se grababa el último episodio del reality Germany’s Next Top Model conducido por Heidi Klum. Si retrocedemos aún más recordaremos que el año pasado protagonizaron una protesta fuera del desfile de Versace en el mes de Febrero mientras sostenían carteles con mensajes tales como “Fascismo = moda” “modelo, no vayas al burdel” y “anorexia”, todo esto tipografiado bajo el logo de Versace.
El grupo, establecido actualmente en Francia ha alcanzado popularidad en todo el mundo. Tanto así que en Julio pasado Oliver Ciappa, fotógrafo, cineasta y dibujante hizo posible que uno de sus diseños inspirado en Inna Shevchenko (co-fundadora de Femen) se convirtiera en la nueva Marianne que lucen los sellos oficiales franceses. De esta manera, FEMEN, que ya tiene sus representantes en Latinoamérica, ha declarado la guerra a la industria fashion, por lo que es de esperar que sigamos escuchando de ellas por mucho tiempo más.
Cuando hablamos de biopolítica, estamos hablando del control externo e interno de las estructuras de la subjetividad y la producción de placer. Me defino como transgénero, pero he salido con biohombres, con biomujeres, con trans Y te puedo decir que cuando eres biomujer, asignada socialmente como mujer, y sales con un biohombre, asignado como hombre, experimentas una reorganización de tu campo social. De repente, tu familia está contenta. Es un sistema de comunicación complejo, en el que emites signos que son descodificados: estoy de acuerdo con el sistema de producción, y voy a reproducir la nación tal como la conoces.
mi sexualidad ha sido siempre invisible. Lo que era visible es el estereotipo que la gente tiene sobre la sexualidad lesbiana o trans. Entonces no lo veo como una forma de exposición impudorosa, sino como un modo de producción de visibilidad. Hay un elemento de propaganda. Una amiga, Itziar Ziga, ha escrito un libro, Devenir perra, en el que dice: nosotros follamos más y mejor. Follamos fuera de vuestras restricciones normativas y eso es un placer que nunca conoceréis. Y si os tienta saberlo, wellcome to the revolution.
MOVIMIENTO DE LOS INDIGANDOS, DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO O DE COMO DEVENIR PERRA
POSTFEMINISMO, CUERPOS PROFANADOS Y MULTITUDES QUEER: NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX" Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
POSTFEMINISMO Y TEORÍA QUEER: DE LAS RETÓRICAS DEL GÉNERO A LAS POLÍTICAS DE IDENTIDAD. MÁS ALLÁ DEL GÉNERO Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
DEVENIR PERRA Itziar Ziga y Beatriz Preciado
Devenir Perra
DEVENIR PERRA
Itziar Ziga y Beatriz Preciado
Prólogo de Beatriz Preciado y Virginie Despentes
A Itziar Ziga le gustan las boas de plumas, en ocasiones se disfraza de camionero, y en otras se autodenomina perra. Este libro, escrito en primera persona desde la voz deslenguada y agreste de una guerrillera incombustible, da fe de ese instante de iluminación en el que el activismo se reviste de lucha divertida y desacomplejada, batalla campal de ideas, gritos estridentes y anormales, reivindicación brutal de lo que queda al margen de una sociedad que castra y condena. La libertad y el entusiasmo de Ziga son rabiosamente contagiosos, así como terribles y esclarecedores. Cuando ya no importa ser hombre o mujer, cuando esta distinción se convierte en irrisoria, el flujo de pensamiento campa a sus anchas y dinamita cualquier discurso hegemónico y bienpensante. En estas coordenadas se mueve la autora de Devenir perra: sin patria ni Dios; con puños, lentejuelas y bastante mala baba.
FEMINISMO, POLÍTICAS DE GÉNERO
Devenir Perra Itziar Ziga Ed. Melusina, 2009
Devenir Perra es uno de aquellos libros que no deja indiferente. Su autora, Itziar Ziga, es licenciada en periodismo, pero su escritura se aleja del estilo periodístico más clásico y se adentra en una narrativa provocadora, directa, porque por encima de todo escribe como una activista feminista. El libro presenta sus opiniones sobre la construcción de género, el feminismo, pero también el concepto de feminidad, a través de varias entrevistas a lo que ella misma llama perras. Y lo hace desde un punto de vista de clase y de género. Como ella misma afirma, “las dos rebeliones que me atraviesan”. El libro trata de desmontar los conceptos de género, masculino, pero también femenino. Disparando contra el binarismo impuesto por el sistema. De manera muy interesante el libro rompe con todo aquello que muchas veces dentro del feminismo y muchos movimientos políticos se ve como políticamente correcto, como puede ser la discreción en la manera de vestir o de comportarse. Para Ziga “lo que me sale del coño es no justificarme políticamente”.
La autora se pregunta por qué el feminismo tiene que ser tan puritano en muchos aspectos, como por ejemplo a nivel sexual. Ella ve esta manera de mostrarse como un desafío no sólo hacia aquello políticamente correcto sino también para provocar las reacciones más machistas y poner sobre la mesa el sexismo imperante en la sociedad. La radicalidad en su manera de vestir, provocando no sólo a los estamentos más puritanos sino también a los sectores del feminismo más políticamente correcto, es una manera de la autora de rebelarse contra las imposiciones de género.
Es interesante cómo se posiciona la autora ante la prostitución, dejando claro que la negación de la prostitución como un trabajo y su criminalización es la que ayuda a las mafias a poder continuar operando. La autora se posiciona claramente en contra de los sectores prohibicionistas y al lado de las prostitutas, entendiendo que la prohibición no es la solución para mejorar sus condiciones de vida.
Vale la pena destacar la defensa de la autora del hijab y el derecho de las mujeres a llevarlo si así lo deciden. Ziga hace un buen análisis de cómo se usa la ropa para oprimir a las mujeres, sea cual sea la prenda. Como dice bien la autora, cuando las mujeres se quieren tapar la cabeza se les critica muchas veces desde los mismos sectores que critican el hecho de llevar una falda demasiado corta. Identifica perfectamente que detrás de la polémica del hijab se esconde la islamofobia. Para la autora, el problema no es llevar o no el hijab sino el hecho de imponer a las mujeres si llevarlo o quitárselo.
Itziar Ziga, con su escritura fresca y sin tapujos, consigue conectar con muchas ideas que se deberían debatir dentro del movimiento anticapitalista. Algo que se le podría criticar sería la afirmación –que no desarrolla– de que el movimiento obrero es tradicionalmente homófobo. Los y las trabajadoras reflejan en la mayor parte las ideas de la clase dominante, como el sexismo y la homofobia. Pero cuando el movimiento obrero ha estado en lucha ha sido capaz de romper con todo esto, como pasó en la Revolución rusa de 1917, donde se consiguieron libertades sexuales nunca vistas en aquellos momentos y, en muchos sitios, no vistas ni hoy en día, como por ejemplo el derecho al matrimonio entre homosexuales y lesbianas.
Precisamente al libro le faltaría explorar más la parte de clase en la sexualidad. Después de todo no hay libertad sexual sin libertad económica. Esperemos que eso lo haya dejado para su próximo libro que, como éste, seguro que valdrá mucho la pena leer.
- COLECTIVO SITUACIONES. Impasse : dilemas políticos del presente, Buenos Aires: Tinta Limón, 2009.
- DE LAURETIS, Teresa. Alicia ya no: feminismo, semiótica, cine, Madrid: Ediciones cátedra, 1992.
- SPIVAK, Gayatri Chakravorty. Muerte de una disciplina, Santiago: Editorial Palinodia, 2008.
- ZIGA, Itziar. Devenir Perra, España: Editorial Melusina, 2009.
MULTITUDES QUEER
-NOTES POUR UNE POLITIQUEDES"ANORMAUX"FOUCAULT Y BEATRIZ PRECIADO: BIOPOLÍTICA Y PRODUCCIÓN DE CUERPOS SEXUADOS; TEORÍA “QUEER” E HISTORIA DE LA SEXUALIDAD Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
SEXO A GO GÓ Y PUTIFICACIÓN DEL FEMINISMO:POSTPORNO O DE COMO NO DEVENIR PERRA _ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
BEATRIZ PRECIADOEste artículo trata de la formación de los movimientos y de las teorías queer, de la relación que mantienen con los feminismos y del uso político que hacen de Foucault y de Deleuze. Analiza también las ventajas teóricas y políticas que aporta la noción de “multitudes” a la teoría y al movimiento queer, en lugar de la noción de “diferencia sexual”. A diferencia de lo que ocurre en EEUU, los movimientos queer en Europa se inspiran en las culturas anarquistas y en las emergentes culturas transgénero para oponerse al “Imperio Sexual”, especialmente por medio de una des-ontologización de las políticas y de las identidades. Ya no hay una base natural (“mujer”, “gay”, etc.) que pueda legitimar la acción política. Lo que importa no es la “diferencia sexual” o la “diferencia de l@s homosexuales”, sino las multitudes queer. Una multitud de cuerpos: cuerpos transgéneros, hombres sin pene, bolleras lobo, ciborgs, femmes butchs, maricas lesbianas... La “multitud sexual” aparece como el sujeto posible de la política queer.
A la memoria de Monique Wittig
DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO O DE COMO DEVENIR PERRA
Neo-Historia del Feminismo.
En
qué ola vamos dentro de la Historia del Feminismo. Supongo que por la
cuarta o quinta. Esta nueva ola libra la guerra contra el patriarcado en
el campo de batalla del cuerpo, con el objetivo de no estigmatizar la
sexualidad femenina, lo cual es algo realmente llamativo como forma de
reivindicación. Algo así como un “a follar que el mundo se va a acabar”.
Espero que en sus reivindicaciones, las mujeres, heterosexuales, lesbianas y bisexuales, utilicen preservativo. No está la cosa como para engrosar las listas de afectados por el VIH por muy feminista que se sea.
Por desgracia, en la sociedad actual la mujer que es sexualmente muy activa es considerada una meretriz. No se ve hasta qué punto esa forma de reivindicación va a erradicar esa patriarcal concepción sobre la mujer.
Teoría Queer: Notas para una política de lo anormal o contra-historia de la sexualidad
Dra. Beatriz Preciado - Universidad de París-Saint Denishttp://www.observacionesfilosoficas.net/queer-teoria.htm
ARTE
DE GÉNERO: CUERPOS PROFANADOS Y FENÓMENOS ANDRÓGINOS1.
TEORÍA “QUEER” E HISTORIA DE LA SEXUALIDAD Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Aquí
analizamos diferentes discursos de género contextualizados dentro
del arte feminista contemporáneo. A lo largo de las siguientes
páginas, hemos seleccionado una serie de obras realizadas por
artistas mujeres, investigando la imagen que el género ocupa en sus
trabajos, a fin de complementar, facilitar y ahondar en la
comprensión y reflexión del mismo. Consideramos que lejos de ser un
tema agotado, confluyen en él gran cantidad de debates de interés
cultural y social, político e histórico.
Imagen
y teoría desde una perspectiva antropológica.
Presentación
Desde
el nacimiento de los estudios modernos centrados en la lingüística
y en el estructuralismo, se considera a los fenómenos culturales en
su conjunto como sistemas semióticos. Es decir, son lenguajes. El
problema del estructuralismo, es que se ocupa de estos fenómenos
como “estructuras estructuradas sin sujeto estructurante”2.
En nuestro caso, la línea de investigación que estamos
desarrollando aquí, insiste en que toda obra de arte es un objeto
significante, construido y elaborado por un autor, que aporta
asimismo múltiples sentidos
que
el espectador ultima (tal y como plasmara el novelista y semiólogo
Umberto Eco en “Obra abierta”, 1962).
Para
el especialista en comunicación audiovisual Jesús González
Requena, es un proyecto imposible tratar de reconocer la identidad
diferencial de cada una de las artes3.
El arte, tal y como veremos ejemplificado en las siguientes páginas,
es heterogéneo,
cargado de una pluralidad de significados que conviven en un solo
objeto. Los artistas trabajan indistintamente con diferentes medios:
pictóricos, cinematográficos, fotográficos, escultóricos,
videográficos, etc. Por esto mismo, para llegar a su comprensión y
reflexión, creemos que es de obligado cumplimiento acercarnos a
través de diversas perspectivas históricas y antropológicas4.
La antropología arte-visual, hace uso de los medios (audio)visuales
para investigar, analizar, recoger datos, proyectar imágenes
culturales, construir y reconstruir épocas, ámbitos de producción,
legitimidades, trayectorias colectivas e individuales, etc. Con el
tiempo, hemos aprendido que las imágenes que nos llegan mediante el
arte y la tecnología, por sí mismas no nos trasmiten nada si no
están debidamente contextualizadas, o más bien, si nosotros no les
construimos un sentido,
decíamos,
en el proceso de elaboración y lectura. Los datos que nos aportan
pueden ser utilizados en estudios etnográficos, aunque no
pertenezcan directamente a éstos.
Toda
imagen equivale a un hecho cultural. Hablamos de su capacidad como
vehículo de transmisión de mensajes desde un emisor/autor a un
receptor/espectador. Cualquier imagen, por lo tanto, “no es una
réplica exacta, impoluta y objetiva de la realidad retratada. Detrás
de cualquier cámara hay una persona que toma decisiones hacia dónde
dirigir la mirada, qué tipo de lente utilizar, qué encuadrar y qué
dejar fuera, etc”.5
Como
artistas e investigadores, el fenómeno de todo este lenguaje
arte-visual merece nuestra atención. Dentro de éste, nos centramos
en los discursos feministas como una vertiente más, que extiende sus
ideas y teorías hacia las formas en las que simbolizamos, nos
movemos y relacionamos con la cultura.
TEORÍA “QUEER” E HISTORIA DE LA SEXUALIDAD
Feminismo
en el arte
El
feminismo, en palabras de la especialista Amelia Jones, ha regresado
para vengarse del mundo del arte, ya que éste, como otras muchas
manifestaciones culturales, es esencialmente masculino. La historia
del arte, sitúa a un sujeto (masculino) en el centro mismo de la
visión, otorgándole el poder de mirar y reconocer. El feminismo, en
cambio, pretende desarticular a este sujeto, intervenir directamente
sobre esta mirada centralizada y romper estas lógicas de
pensamiento.
A
partir de los años setenta, los intentos desestabilizadores por
parte de artistas, teóricas y activistas mujeres, abrieron la puerta
hacia temas relacionados con políticas de identidad y minorías
sociales. Recabaron, así, sobre la tentativa de cambiar la historia,
lo legítimo, los focos y lugares de producción, etc.
Años
después, el feminismo vuelve a estar en el punto de mira de
múltiples exposiciones y conferencias que tienen lugar en
importantes museos e instituciones de todo el mundo. Lejos de ser un
debate cerrado, aún se estudia desde la teoría e historiografía
contemporánea, formando parte de un extraño bucle que habla
constantemente de su fallecimiento y reencarnación:
Lo
que se necesita en las economías culturales y políticas
transformadas de principios del siglo XXI es lo que he llamado en
otro lugar un parafeminismo; no “post” feminismo (que implica
dejar obsoleto el feminismo), sino “para” (en el sentido de
trabajo adicional y de expansión sobre sus percepciones y logros
políticos mayores). El parafeminismo no consistiría en una política
de “identidad” (que implica que sepamos quiénes son las personas
o que quienes son resulte reconocible, unitario y estático), sino en
una política de identificación que evite algunos de los escollos de
los primeros feminismos: en especial de manera perspectivista las
preocupaciones de las mujeres blancas, heterosexuales y de clase
media como “problemas de mujeres” tout court6.
A
continuación repasaremos brevemente en los siguientes epígrafes: el
papel del espectador/observador como productor de sentidos;
introduciremos la imagen (representaciones) de género, tema central
de nuestro análisis, para dar paso seguidamente a la importancia
otorgada al cuerpo “líquido” femenino y a las teorías
feministas sobre la “mujer cyborg”. Finalmente, nos detendremos
en la idea de autorreferencia: las artistas se miran a sí mismas.
1.
Somos espectadores con historia
El
director de cine Dziga Vertov, precursor del llamado documental de
vanguardia, escribió: “El cine se inventa a sí mismo”, haciendo
alusión a la nueva visión del mundo que supuso el nacimiento del
lenguaje cinematográfico. Vertov, entendió perfectamente en su
momento que en la pantalla todo es ficción. Hacía películas de
ficción, utilizando elementos de la realidad. Por esto mismo,
teorizó en varias publicaciones sobre el “cine-ojo”, siendo éste
un cine que podía tornar visible lo invisible, es decir, llegar a
una verdad más profunda que no es percibida por el ojo humano.
Con
este ejemplo, nosotros, espectadores con historia, somos
conscientes que la relación con el lenguaje visual se refiere a la
realidad representada y, por tanto, ficcionada a partir de un autor y
no con la realidad material. Este lenguaje (artístico), no deja de
ser una convención (un acuerdo) establecido entre un emisor y un
receptor, otorgando éste último un sentido (mediado por la cultura)
a aquello que está viendo. Tenemos un conocimiento adquirido que lo
que percibimos como arte, no es sólo lo que el objeto-arte contiene,
sino que la mirada que observa es, asimismo, productora de diversos
sentidos y significados. Hablamos así de un objeto cultural
fabricado y construido bajo unas ideas y una lógica de pensamiento:
El
advenimiento de la modernidad conduce a cambios radicales respecto a
la condición del sujeto, la relación de los individuos con el
entorno, la visión y comprensión del mundo y la suposición
tradicional de la existencia de un universo y una realidad
objetivas7.
El
lenguaje visual, desde sus orígenes, transforma al individuo social,
plantea la problemática estética de la imagen, así como la
continua reflexividad y autorreferencia hacia los medios (en algunos
casos, tecnológicos) utilizados.
Y
es que lo mismo que hablamos de un espectador con historia ya
entrenado, con un bagaje perceptivo-visual en su trayectoria; debemos
hablar de mundos, de hombres contemporáneos y realidades, en plural.
Cada uno de ellos, ha elaborado y fabricado imágenes de los otros.
Lo visual, pues, se convierte en un instrumento operativo (factual)
que otorga un aprendizaje a través de la experiencia y que nos llega
mediante un objeto. Buscamos así, en su lectura, la imagen
crítica que ofrece del hombre de nuestro tiempo, ya que en tanto
artefacto cultural, posee una estrategia constructiva cuyos
mecanismos podemos deconstruir:
Los
dilemas humanos, aunque sean universales o recurrentes, no se nos
presentan ni los percibimos en abstracto, sino encarnados en
específica forma histórica. Desde esta perspectiva, nuestra tarea
como etnógrafos debería encaminarse hacia la comprensión no ya de
una obra, que es sólo una parte del fenómeno, sino de todo el
proceso de investigación que el arte desarrolla.8
Dejamos
así constancia sobre los problemas que como observadores/productores
nos plantea el lenguaje arte-visual. Nos adentramos a continuación
en el análisis de obras recientes cuya temática gira en torno a la
imagen y/o arte de género.
2.
Imagen de género
Una
imagen es un icono, una ficción verdadera.9
Señalábamos
anteriormente que el antropólogo (arte-visual) busca la imagen
del hombre de nuestro tiempo a través de la observación y
lectura de artefactos culturales. Dentro de ésta, nos detenemos en
la equivalente al género. Éste, se construye a través de una serie
de comportamientos, valores y/o elementos adscritos a un contexto
social determinado. Es decir, construimos representaciones
(imágenes) en función de dichos modelos culturales.
Como
en otras muchas manifestaciones, el arte, decíamos, sitúa el
trabajo del artista masculino en una poderosa, centralizada y elevada
valoración personal y social. Es esa mirada dominante masculina la
que consiente y mantiene los mecanismos propios de “naturalización”
y “eternización” mediante los cuales el ser (diferente) femenino
se convierte en sinónimo de desigualdad. Estos mecanismos se
perpetúan a partir de procesos educativos y socializadores. Por esto
mismo, Pierre Bourdieu nos recuerda que desde los estudios de género
se trata de desmontar la aparente lógica que custodia estos
procesos. No olvidemos, no obstante, que no nos referimos con la
mirada masculina a aquella que pertenece exclusivamente al sujeto
hombre; sino que el sujeto mujer es igualmente partícipe de estos
procesos educativos, fomentando y reproduciendo lo que Bourdieu llama
la “paradoja de la doxa” que conserva, con tanta facilidad, el
orden establecido10.
Tomando
como punto de partida el artículo fundacional de la historiadora del
arte Linda Nochlin, “Por qué no ha habido grandes mujeres
artistas” (1971), son varias las voces que continúan aún
haciéndose esta misma pregunta: por qué no están incluidas en la
“Historia” mujeres pintoras, escritoras, pensadoras, etc. La idea
no es otra que el individuo (hombre o mujer) es un resultado
histórico-social, sujeto a numerosos cambios y transformaciones
sobre la concepción (imagen) que tienen de sí mismos. Los
elementos que rigen, transmiten y reconstruyen la “Historia”
continúan inmersos en producciones de sentido hegemónicos.
Digámoslo de otra forma: las mujeres no tienen “Historia” porque
no “están” en ella. No existen estudios (hasta fechas muy
recientes) filosóficos, antropológicos, sociológicos, etc., donde
el pensamiento y el sentir femenino haya sido visibilizado. Dentro de
las distintas formas de dominación adoptadas sobre las mujeres, el
trabajo es uno de las más evidentes. Así, en el ámbito artístico
(como en otros muchos) el arte (trabajo) masculino adquiere mayor
valoración y prestigio que el femenino.
La
imagen de género, pues, como cualquier otra, equivale a
representaciones que, como hemos señalado, clasifican y sitúan al
individuo social en un punto determinado en la cultura.
Veamos
algunos ejemplos.
2.1.
Modelos sociales
Los
estereotipos son imágenes aceptadas comúnmente por grupos sociales
de una manera estable. Un rol social es una acción objetivada e
institucionalizada en la cual una persona se comporta según un
modelo establecido de lo que es ser hombre o mujer. Se actúa de una
forma u otra, ocupando unos ámbitos simbólicos que le han sido
asignados socio-culturalmente por pertenecer a un sexo biológico
determinado.
El
objeto de nuestro análisis son las imágenes/representaciones de
estos modelos dentro del lenguaje arte-visual reciente.
Cada
día surgen exposiciones11
directamente relacionadas con este tema,
donde
artistas tanto homosexuales como heterosexuales, transexuales o
travestís, aportan su particular mirada sobre el problema de género
y sus estereotipos:
En
torno a la idea no de cómo
debe ser el arte gay sino
de qué
piensan y cómo ven los gays el mundo y la cultura o,
en pocas palabras, qué
hacen los artistas gay y
qué repertorio les interesa para ofrecer una imagen lo más global
posible de los límites de lo humano y la multiplicidad de sus
recursos.12
No
podemos dejar de puntualizar a este respecto la influencia de los
medios de masas que con sus imágenes crean referentes en
sectores sociales principalmente juveniles. Hay que tener en cuenta
que, sobre todo en la década de los años ochenta y noventa, el
mundo del arte y del cine en general, fue escenario de expresión de
diversos grupos:
Ciertamente,
en la sociedad de los 80 ha predominado el disfraz de todo tipo, a
pesar que lo individual ha ido dando paso paulatinamente a lo
estereotipado, tal vez a través de representaciones de los medios
que apelan, esencialmente, a los arquetipos del inconsciente
colectivo. El disfraz ha pasado del escenario del teatro a la vida
cotidiana y no se limita a lo puramente externo sino que acaba por
modificar la conducta.13
Entran
así nuevos factores como son la idea y construcción social del
género masculino/femenino que la publicidad, el cine, la televisión
o las revistas han difundido masivamente invadiendo los hogares y las
vidas cotidianas de las personas.
2.2.
Fenómeno andrógino o el mito de la belleza
En
“El mito de la belleza: cómo las representaciones de la belleza se
usan contra la mujer”, Naomi Wolf critica el modelo inalcanzable
que propone la industria de la belleza- una fantasía perniciosa que
para demasiadas mujeres americanas ha sido sinónimo de regímenes
inhumanos, desequilibrios alimenticios, operaciones de cirugía
estética y toda una serie de ritos iniciáticos masoquistas-.14
El
fenómeno de lo andrógino se manifiesta como la supresión paulatina
de géneros perfectamente delimitados y diferenciados. Es un proceso
que se emprende a finales del siglo XIX y principios del XX, en el
que la mujer comienza a masculinizarse (viste pantalones, es
económicamente independiente y goza de una educación superior); y
el hombre (sobre todo en períodos de posguerra) intenta al mismo
tiempo feminizarse (recuérdese el movimiento hippy de los años 60).
Sin
embargo, el mito de la belleza nos devuelve al hecho de que la
masculinización femenina no es tal o, al menos, no en cuanto a los
circuitos de poder se refiere. Hemos comentado que el problema de la
identidad (o identificación) que enmarca al sujeto hombre o mujer,
hace que ambos se sitúen en un punto determinado en la cultura. La
feminización masculina, utiliza recursos propios de los ámbitos
femeninos que más le favorecen, mientras que la femenina continúa
inmersa en círculos aislados que la constriñen en una ausencia
permanente de control y autonomía.
La
artista Martha Rosler trabaja sobre esta idea en “Body Beautiful or
Beauty Knows No Pain” (1966-1972) en la que la autora
utiliza mujeres de revistas publicitarias, alterándolas (es decir,
“operándolas”) mediante signos claramente femeninos (pechos,
ombligos, etc.) y convirtiéndolas en objetos domesticados y
fácilmente manipulables.
3.
El cuerpo “líquido”
No
sabemos qué pensar de nosotros mismos justamente porque somos
capaces, más que nunca, de rehacernos como queramos.15
Para
la redacción de este epígrafe hemos utilizado como notación del
mismo al sociólogo Zygmunt Bauman. En su libro “Vida líquida”,
este autor señala la complicidad existente entre la “modernidad
líquida” y la vida de sus sujetos, ya que ambas no pueden
mantenerse ni solidificarse durante mucho tiempo. La “vida
líquida” equivale a una “sucesión de nuevos comienzos”, donde
saber librarse de las cosas prima sobre saber adquirirlas. Esto
plantea problemas referidos a la identidad y su constante reciclaje.
El individuo líquido está centrado pues en la búsqueda infructuosa
de la individualidad, la lucha por la singularidad y el consumo
social. Hay que actualizarse y, por tanto, encontrar cuanto antes
nuevos objetos y productos de consumo (y el cuerpo lo es) aún por
usar:
Paradójicamente,
la “individualidad” está relacionada con el “espíritu de la
masa” ya que se trata de una exigencia cuya observancia está
vigilada por el colectivo. Ser un individuo significa ser como todos
los demás del grupo (en realidad, idéntico a todos los demás)16
Como
consumidores en la sociedad moderna líquida, el individuo entra en
una espiral perpetua de insatisfacción. Aprovechándose de ésta,
cualquier esfera social es igualmente “mercantilizada”. Así pues
el cuerpo “líquido” moderno es un cuerpo consumidor, elaborado y
fabricado a través de la cultura y que Bauman define como
“autotélico”: “ya que constituye por sí mismo su propia
finalidad y valor”. Hablamos de un cuerpo en permanente estado de
ansiedad, obsesionado por la forma física y cargado de deseos
incumplidos.
En
cuanto al mito de la belleza se refiere y a los medios de masas tal y
como veíamos, situamos a este cuerpo paradigmático (ahora si)
centralizado concretamente en el cuerpo femenino. En nuestra mente
occidental, retorna incesantemente el mito de Pigmalión, en el cual
el hombre plasma metafóricamente sus deseos de la mujer perfecta e
ideal (la diosa misma). Una mujer, nacida de su propia mano, cuya
belleza no tiene comparación con ninguna otra. Este mito plantea a
su vez un doble
juego de espejos, ya
que lo mismo que Pigmalión modela a su mujer según sus
aspiraciones, la mujer se siente complacida de ser el
objeto de
sus ambiciones y apetitos
sexuales.
Una constante de docilidad y mimetismo que se proyecta reiteradamente
en la historia del arte, en la literatura y el cine.17
Ahora,
podríamos decir que este mito se transfiere de “mujer a mujer”,
ya que vivimos en una sociedad dominada por el culto al cuerpo,
llegando a niveles desorbitados de operaciones estéticas de todo
tipo democratizadas en toda clase de mujeres, independientemente de
la edad o el nivel socioeconómico. Nos detenemos en este punto en
las videoperformances de la artista Orlan, objeto de nuestro interés,
ya que se inscriben dentro de la línea que separa el cuerpo
claramente como un contenedor sin identidad, capaz de sufrir
múltiples transformaciones, cambios y mutaciones:
Cada
operación (de
Orlan)
constituye una performance: la paciente, el cirujano y las enfermeras
llevan trajes de alta costura, diseñados en algún caso por Paco
Rabanne, y la sala de operaciones está adornada con un crucifijo,
frutas de plástico y enormes carteles con el nombre de los
patrocinadores de la operación, al estilo kitsch de las carteleras
de cine de los años cincuenta.18
Durante
estas intervenciones (reales) quirúrgicas, la artista se dedica a
leer fragmentos de Kristeva, Artaud o Lacan, mientras son
retransmitidas en directo vía satélite (comunicándose además con
los espectadores que así lo deseen). La construcción y
reconstrucción del cuerpo de la artista se realiza, entonces, como
en la mayoría de los casos, de “mujer a mujer”, utilizando
imágenes de belleza como la Gioconda o la Venus de Botticelli.
Cuerpo
y tecnología terminan uniéndose en un desarrollo progresivo entre
seres humanos y máquinas. Una de las lecturas que podemos hacer de
estas videoperformances, es que tratan de desmitificar este culto al
cuerpo que decíamos, algo que para el crítico cultural Mark Dery
equivale a una “disonancia cognitiva típica”, ya que por un lado
el cuerpo es representado en la actualidad como un templo, mientras
que por el otro es profanado (como ocurre por ejemplo en películas
como “Alien” (Ridley Scott, 1979) o en las novelas de Stephen
King).
3.1.
El cuerpo profanado
Destacamos
igualmente el trabajo de la artista Gina Pane, cuya obra a lo largo
de la década de los setenta estuvo muy ligada a la sangre, la
herida, el corte y la mutilación (poniendo a prueba la sensibilidad
del espectador), ya que era consciente que el cuerpo humano despliega
una serie de límites difusos entre su integridad y profanación.
Según
Catherine David:
Algunos
artistas son especialmente sensibles a las manipulaciones y a los
distintos ataques, directos e indirectos, a los que es sometido el
cuerpo contemporáneo. Ya pensemos en la genética y en las
operaciones que esta permite, ya en las clonaciones monstruosas que
llenan los cines o en el sida, que nos recuerda la vulnerabilidad del
cuerpo y la impotencia de la ciencia frente a la epidemia, todo
parece que nos conduce ahora a un cuerpo más “real”. Un cuerpo
sufriente, frágil, mortal.20
3.2.
El cuerpo cyborg
La
forma en que la cultura patriarcal, señala Dery, ha aplicado la
tecnología de manera recurrente al cuerpo femenino ha sido para
satisfacer sus fantasías. Por ejemplo, el corsé produjo los pechos
realzados de las novelas románticas, a costa de bloquear la
respiración, entorpecer el movimiento y desplazar los órganos
internos femeninos.
Donna
Haraway, precursora desde los años ochenta de diversas teorías
tecnológicas, biológicas y feministas, nos define el cyborg como
“un ser cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una
criatura de realidad social y también de ficción”21.
Los modelos sociales se van acercando cada vez más a estos híbridos
perfectos (en los cuales no hay arrugas, ni manchas, ni granos, ni
grasa, etc., tan sólo una figura atemporal).
El
cyborg funda sus orígenes en los años cuarenta debido al progresivo
desarrollo de técnicas de producción y comunicación entre sistemas
biológicos y tecnológicos:
La
cibernética –término derivado del griego que significa el arte de
conducir (en sentido figurado, a los hombres en la sociedad o, en
resumidas cuentas, en gobernar)- trata de desplegar la teoría de los
mensajes hacia el campo de la comunicación y del control de las
máquinas.22
Retomando
la tesis de Bauman, la especialista en media
art
Claudia Giannetti, hace un especial hincapié a la estética
contemporánea de la desmaterialización,
siendo aquella que proclama a nivel perceptivo (entre otros) la
desintegración del cuerpo y la materia. El “poshumanismo” se
concibe como una nueva forma de vida híbrida (biológica,
electrónica y artificial) que “conduce irremediablemente a la
transformación drástica de la propia noción de cuerpo y sujeto”.
Esta estética de la ausencia (corporal), encuentra sus primeras
manifestaciones a partir de 1945 en autores como Fontana, Klein, Cage
o el ya mencionado Manzoni.23
Sin
embargo, recalcar esta ausencia conlleva al mismo tiempo nuevos
valores y herramientas cualitativas en las que el cuerpo, justamente,
impone su presencia. Describimos al inicio de estas páginas cómo
los artistas actuales trabajan con diferentes medios (fotografía,
cine, performance…) haciendo del arte-visual un lugar heterogéneo,
cargado de múltiples sentidos y ámbitos de producción. “El
cuerpo, como parte de los mecanismos de poder, no es neutro. A través
de cuerpo se pretende articular los discursos de género, etnicidad,
clase y raza”. La idea no es otra, que el cuerpo mismo se vuelve
cuestionable bajo una representación (imagen) claramente difusa: “A
través de la transformación tecnológica y de las prótesis, el
cuerpo, en cuanto elemento central de la comprensión de la realidad,
se aparta paulatinamente de su representación histórica”.24
Vamos
a ejemplificar estas palabras a través de las obras paradigmáticas
de Rebecca Horn, Miwa Yanagi y Úrsula Hodel:
Los
trabajos de Horn cumplen con el deseo de prolongar la máquina en
relación al cuerpo al mismo tiempo que ésta proclama su
independencia. Debido a una difícil enfermedad que superará a
finales de los años sesenta, Horn trabajará en sí misma
utilizando su cuerpo a modo de escultura, conceptos como la
biomecánica, análoga al sistema de las prótesis humanas.
La
artista Miwa Yanagi, en la serie fotográfica “Mis abuelas”
(2001), se dedicó a preguntarles a modelos jóvenes (entre
catorce y veinticinco años) cómo se imaginan cuando cumplieran los
cincuenta. Según sus contestaciones, Miwa envejeció sus rostros
mediante un proceso digital. Vemos así un rostro envejecido que no
concuerda con aquellos que solemos ver a través de la publicidad, el
cine o la televisión.
Asimismo,
Úrsula Hodel parodia en el vídeo “Godiva” (1997), la obsesión
femenina por el consumo, productos que se compran frenéticamente a
través de mensajes mediáticos y sin control, haciendo de estos una
extensión necesaria al cuerpo ficcionado y fabricado
femenino.
3.3.
Autorreferencia
Hemos
comentado la importancia de la mirada masculina (recordemos: una
mirada tanto autora como receptora), que construye y da sentido a
todos estos artefactos (lenguajes arte-visuales) que estamos viendo,
y que podemos a su vez deconstruir, otorgándoles un valor y una
posición determinada en la cultura.
Las
artistas mujeres, conscientes de este hecho, promueven cada vez más
trabajos relacionados con ellas mismas, autorretratándose y
autodefiniéndose, buscando en este proceso las bases
desmitificadoras de la “tradición histórica femenina”.
Tradición que, entre otras, ponía en evidencia el desnudo femenino
(generalmente representado por artistas masculinos) y que ahora va a
ser autorreferenciado por miradas femeninas. En esta línea,
destacamos por su interés:
La
performance de Carolee Schneemann, “Interior Scroll” (1976) en la
que extrae de su propia vagina un rollo de textos antiguos,
manifestando así el simbolismo del cuerpo femenino como fuente
inagotable de conocimiento (y no sólo de contemplación).
Kiki
Smith, explora el cuerpo desnudo siendo aquél que va dejando tras de
sí rastros y huellas de su propia orina y/o sangre. Podemos intuir
en ellos un proceso claro de fragmentación, desintegración y
violencia, como en la obra “Charco de sangre” (1992) en
la que vemos una escultura de una mujer sangrando en posición fetal
expresando dolor, pérdida, sumisión, sufrimiento y mancillación.
Los
trabajos de Rosemarie Trockel reflexionan igualmente sobre la
identidad femenina y los procesos tradicionales de fabricación que
han usado las mujeres: Cocinar. Coser. Hacer artesanía (y no
Arte).... La ya nombrada Judy Chicago25,
elaboró en 1979 una de sus obras más conocidas y controvertidas,
“La
cena”.
Se
considera una de las obras más representativas del movimiento
feminista de los años sesenta y setenta:
En
el terreno de la creación individual, el feminismo contó con la
aportación fundamental de artistas como Judy Chicago y Miriam
Shapiro quienes, en su deseo de cuestionar y transgredir
herméticamente los dogmas de la modernidad formalista, rescataron
–casi de la nada- la experiencia personal de la mujer y su
representación en el campo sexual y en el del cuerpo para contribuir
a una nueva interpretación de una sensibilidad y una estética no ya
contemplativamente femenina, sino reivindicativamente feminista.26
“La
cena” consiste en una mesa triangular en la que hay 39 plazas
colocadas de diferente manera y dedicadas a 39 mujeres relevantes de
la Historia de la civilización occidental. Los manteles y las copas
representan, en algunos casos, un coño: “El
coño –esa parte de la mujer que a lo largo de la historia se ha
confundido con el todo- es por fin ritualizado y ofrecido al
espectador en un acto de consagración y transustanciación
profana”27.
La
mesa, a su vez, se alza sobre un suelo de baldosas en el que figuran
más nombres de mujeres. Chicago añadió un manuscrito, dividido en
cinco partes, que contenía una versión del Génesis en la que hay
una diosa como Dios, además de una nueva visión del Apocalipsis, en
el cual el mundo es sanado a través de valores femeninos.
Por
último, finalizando este texto, Mary Kelly elabora sobre los mismos
años su “Documento
posparto”
(1978-79),
haciendo un análisis de las relaciones y rituales entre madres e
hijos, desde el nacimiento hasta la separación de ambos. Lynn
Zelevansky señala que “al
hacerlo, Kelly desafía con audacia la desazón del mundo artístico
frente a la idea de artista como madre, y la idea, todavía
prevaleciente a principios de los setenta, de tener hijos, así como
la relación entre madre e hijo, dispersa la capacidad de la mujer
para la “creatividad”28.
¿Somos
espectadores con historia?
Llegados
a este punto, y desde el “cine-ojo” de Vertov que hablábamos al
inicio de estas páginas, la percepción nos ha enseñado que en
tanto autores y receptores somos igualmente productores de sentidos
abiertos y no siempre debidamente contextualizados.
El
arte contemporáneo recoge en sí mismo una historiografía y una
reflexividad propia, que desde la antropología manejamos como
artefactos (lenguajes) culturales sujetos a una serie de convenciones
y construcciones sociales históricas, pero que, sin embargo, nos
devuelven una y otra vez a ese “mito” del espectador activo e
instruido en un campo amplio y en el que (en palabras de Claudia
Giannetti) nos faltan ya, a estas alturas, criterios generales para
su definición.
Dentro
de esta modernidad y vida “líquida” en la que nos movemos, son
múltiples los frentes en los que debemos detener nuestra atención,
ejercicio demasiado complejo para el breve artículo que aquí nos
ocupa.
El
arte de género, es “otro” de esos lugares de “consumo”,
donde el individuo intenta representarse y/o proyectarse en un
momento en el que las identidades diferenciales están (hoy) en el
punto de mira. Y es que, tal y como señala Bauman, la vida útil de
los productos del arte se comprimen, y los actos creativos y
destructivos se complementan, pasando rápidamente del aprendizaje al
olvido.
Adolfo Vasquez Rocca Doctor en Filosofía Universidad Complutense de Madrid
Referencias
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Valdemar, Madrid, 1998
Sanmartín,
Ricardo, Meninas, espejos e hilanderas. Ensayos en Antropología
del Arte, Ed. Trotta, Madrid, 2005
Dra. Nieves Febrer
Universidad de
Valladolid.
Nieves Febrer es
artista, fotógrafa, realizadora audiovisual e investigadora cultural
independiente. Doctora por la Facultad de Filosofía y Letras (UVA),
Licenciada en Bellas Artes (UCM), Licenciada en Antropología Social
y Cultural (UCM), Diplomada en Estudios Avanzados en la especialidad
de Historia del Arte (UCM). Es autora del libro Entorno
y artificio. Imágenes de lo cotidiano
(Madrid: Antígona, 2008).
1
Imagen y teoría desde una perspectiva antropológica.
2
Bourdieu, Pierre, Razones
prácticas. Sobre la teoría de la acción,
Ed. Anagrama, Barcelona, 1997, p. 55
3
González Requena, Jesús, “Teoría
semiótica. Lenguajes y textos hispánicos”. Volumen I de las
Actas del congreso internacional sobre semiótica e hispanismo
celebrado en Madrid en los días del 20 al 25 de Junio de 1983, pp.
144 – 155.
4
En el presente artículo recogemos
bases teóricas obtenidas tanto desde la antropología del arte como
de la antropología visual, ya que ambas nos aportan las
herramientas necesarias para cumplir nuestros objetivos.
5
Lisón Arcal, José, “Una propuesta
para iniciarse en la Antropología Visual”. Revista
de Antropología Social,
nº
8, 1999, pp.
15-35.
6
Jones, Amelia, “¿Cerrando el círculo? 1970 – 2008. El regreso
del arte feminista”. Revista ExitBook, nº 9, 2008, pp. 8 - 15.
8
Sanmartín, Ricardo, Meninas,
espejos e hilanderas. Ensayos en Antropología del Arte, Ed.
Trotta, Madrid, 2005, p. 23
11
Se puede señalar, entre otras, In
a Diferent Light. Visual Culture, Sexual Identity, Queer Practice
(1995), comisariada por
Nayland Blake, Lawrence Rinder y Amy Scholder, San Francisco y La
batalla de los géneros (2007),
comisariada por Juan Vicente Aliaga, Santiago de Compostela.
12
Clot, Manel, “Los pronombres de Sodoma (Tradición de la ausencia
como síntoma posmoderno)”. En El
arte impuro. Entre lo público y lo privado,
David Pérez (Coord.), Ed.
Generalitat Valenciana, 1997, pp. 61 y 62
13
Diego, Estrella de, El
andrógino sexuado,
Colección
La Balsa de la Medusa nº 53, (Ed. Visor), Madrid, 1992, p. 139
14
Dery, Mark, Velocidad de escape. La cibercultura en el final del
siglo, Ed. Siruela, Madrid, 1998, p. 259
15
Dery, Mark, Op. Cit., p. 256
17
Pedraza, Pilar, Máquinas
de amar. Secretos del cuerpo artificial, Ed.
Valdemar, Madrid, 1998, pp. 35 y ss.
18
Dery, Mark, Op. Cit., p. 265
19
Cortés, José Miguel G., El
cuerpo mutilado (la angustia de muerte en el arte),
Colección Arte, Estética
y Pensamiento nº 2, Valencia, 1996, p. 81
20
David, Catherine, “Desórdenes” (entrevista con Chantal
Pontbriand). En Los
manifiestos del arte posmoderno,
Anna María Guasch (ed.),
Ed. Akal, Madrid, 2000. p. 29
21
Haraway, Donna J., Ciencia,
cyborgs y mujeres. La reinvención de la naturaleza, Ed.
Cátedra, Madrid, 1995, p. 253
22
Giannetti, Claudia, Op. Cit., p. 22
23
Ibid., pp. 80 y 90
24
Ibid.
25
Habría que señalar que Judy Chicago
organizó el primer curso de arte feminista en California en 1970.
26
Guasch, Anna María, El
arte último del siglo XX. Del postminimalismo a lo multicultural,
Alianza Editorial, Madrid, 2000, p. 531
27
Guasch, Anna María, Op. Cit. p. 535
28
Zelevansky, Lynn, “Sentido y
sensibilidad. Las artistas y el minimalismo en los noventa”. En
Guasch, Anna María (ed.), Op. Cit. p. 314
ZYGMUNT BAUMAN: MODERNIDAD LÍQUIDA Y FRAGILIDAD HUMANA Por Adolfo Vásquez Rocca
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
CITAR:Vásquez Rocca, Adolfo, "Zygmunt Bauman; Modernidad Líquida y Fragilidad Humana", En Revista Observaciones Filosóficas - Nº 6 / 2008 - ISSN 0718-3712, PUCV. http://www.observacionesfilosoficas.net/zygmuntbauman.html
POSTFEMINISMO, CUERPOS PROFANADOS Y MULTITUDES QUEER: NOTES POUR UNE POLITIQUE DES "ANORMAUX" Por BEATRIZ PRECIADO _ Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Bauman Modernidad Líquida Por Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía y Arte Contemporánea
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* 1999: La inclusión del otro. Estudios de teoría política. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-0672-3
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* 2000: Aclaraciones a la ética del discurso. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-378-7
* 2001: Israel o Atenas. Ensayos sobre religión, teología y racionalidad. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-440-1
* 2001: El futuro de la naturaleza humana. ¿Hacia una eugenesia liberal?. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-1249-6
* 2004: Tiempo de transiciones. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-708-2
* 2006: Entre naturalismo y religión. Ed. Paidós. ISBN 978-84-493-1941-9
* 2006: El Occidente escindido. Pequeños escritos políticos. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-823-2
* 2007: Verdad y justificación. Ed. Trotta, 2ª edición. ISBN 978-84-8164-497-5
* 2008: Normas y valores. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-992-5
* 2008: Conciencia moral y acción comunicativa. Ed. Trotta. ISBN 978-84-8164-993-2
* 2008: El discurso filosófico de la Modernidad. Katz Editores. ISBN 9788496859296
* 2008: El derecho internacional en la transición hacia un escenario posnacional. Katz Editores. ISBN 9788496859296
Bibliografía sobre Habermas (una breve selección en español) [editar]* Juan Carlos Velasco (2003): "Para leer a Habermas", Alianza Editorial, Madrid, 2003. ISBN 84-206-4171-5
* Juan Carlos Velasco (2000): "La teoría discursiva del derecho. Sistema jurídico y democracia en Habermas", Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2000. ISBN 84-340-1238-3
* Enrique M. Ureña (1998): La Teoría Crítica de la Sociedad de Habermas, Tecnos, Madrid, 1998.
* Fernando Vallespín (1995): "Diálogo entre gigantes. Rawls y Habermas", en Claves de la razón práctica, nº 55, pp. 48-55.
* Thomas McCarthy (1987): "La Teoría Crítica de Jürgen Habermas", Tecnos, Madrid.
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ZYGMUNT BAUMAN: MODERNIDAD LÍQUIDA Y FRAGILIDAD HUMANA Por Adolfo Vásquez RoccaZYGMUNT BAUMAN, MIEDO LÍQUIDO, PARIAS Y MOVIMIENTO DE LOS INDIGNADOS Dr. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
Vía philosophieliterature.blogspot.comEn Modernidad Líquida [1] Zygmunt Bauman [2] explora cuáles son los atributos de la sociedad capitalista que han permanecido en el tiempo y cuáles las características que han cambiado. El autor busca remarcar los trazos que eran levemente visibles en las etapas tempranas de «la acumulación» pero que se vuelven centrales en la fase tardía de la modernidad. Una de esas características es el individualismo que marca nuestras relaciones y las torna precarias, transitorias y volátiles. La modernidad líquida es una figura del cambio y de la transitoriedad: «los sólidos conservan su forma y persisten en el tiempo: duran, mientras que los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Como la desregulación, la flexibilización o la liberalización de los mercados» [3].Bauman no ofrece teorías o sistemas definitivos, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos.La caracterización de la modernidad como un «tiempo líquido» —la expresión, acuñada por Zygmunt Bauman [4] —da cuenta del tránsito de una modernidad «sólida» —estable, repetitiva— a una «líquida» —flexible, voluble— en la que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el que, sin darnos cuenta, hemos ido sufriendo transformaciones y pérdidas como el de «la duración del mundo», vivimos bajo el imperio de la caducidad y la seducción en el que el verdadero «Estado» es el dinero. Donde se renuncia a la memoria como condición de un tiempo post histórico. La modernidad líquida esta dominada por una inestabilidad asociada a la desaparición de los referentes a los que anclar nuestras certezas.
2.- La fragilidad de los vínculos humanos.
La incertidumbre en que vivimos se corresponde a transformaciones como el debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a la planificación de largo plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como condición del éxito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad, fragmentación y compartimentación de intereses y afectos, se debe estar siempre bien dispuesto a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. Bauman se refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que generan. Bauman se empeña en mostrar cómo la esfera comercial lo impregna todo, que las relaciones se miden en términos de costo y beneficio —de «liquidez» en el estricto sentido financiero.
3.- Superfluidad y desvinculación.Bauman se vale de conceptos tan provocadores como el de «desechos humanos» para referirse a los desempleados (parados), que hoy son considerados «gente superflua, excluida, fuera de juego». Hace medio siglo los desempleados formaban parte de una reserva del trabajo activo que aguardaba en la retaguardia del mundo laboral una oportunidad. Ahora, en cambio, «se habla de excedentes, lo que significa que la gente es superflua, innecesaria, porque cuantos menos trabajadores haya, mejor funciona la economía». Para la economía sería mejor si los desempleados desaparecieran. Es el Estado del desperdicio, el pacto con el diablo: la decadencia física, la muerte es una certidumbre que azota. Es mejor desvincularse rápido, los sentimientos pueden crear dependencia. Hay que cultivar el arte de truncar las relaciones, de desconectarse, de anticipar la decrepitud, saber
4.- Decrepitud; estados transitorios y volátiles.
El amor, y también el cuerpo decaen. El cuerpo no es una entelequia metafísica de nietzscheanos y fenomenólogos. No es la carne de los penitentes ni el objeto de la hipocondría dietética. Es el jazz, el rock, el sudor de las masas. Contra las artes del cuerpo, los custodios de la vida sana hacen del objeto la prueba del delito. La «mercancía», el «objeto malo» de Mélanie Klein aplicado a la economía política, es la extensión del cuerpo excesivo. Los placeres objetables se interpretan como muestra de primitivismo y vulgaridad masificada.
¿Quién soy? Esta pregunta sólo puede responderse hoy de un modo delirante, pero no por el extravío de la gente, sino por la divagación infantil de los grandes intelectuales. Para Bauman la identidad en esta sociedad de consumo se recicla. Es ondulante, espumosa, resbaladiza, acuosa, tanto como su monótona metáfora preferida: la liquidez. No sería mejor hablar de una metáfora de lo gaseoso. Porque lo líquido puede ser más o menos denso, más o menos pesado, pero desde luego no es evanescente. Sería preferible pensar que somos más bien «densos» —como la imagen de la Espuma que propone Sloterdijk para cerrar su trilogía Esferas, allí con la implosión de las esferas— se intenta dar cuenta del carácter multifocal de la vida moderna, de los movimientos de expansión de los sujetos que se trasladan y aglomeran hasta formar espumas donde se establecen complejas y frágiles interrelaciones, carentes de centro y en constante movilidad expansiva o decreciente [5].La imagen de la espuma [6] es funcional para describir el actual estado de cosas, marcado por el pluralismo de las invenciones del mundo, por la multiplicidad de micro-relatos que interactúan de modo agitado, así como para formular una interpretación antropológico-filosófica del individualismo moderno. Con ello Espumas responde a la pregunta de cuál es la naturaleza del vínculo que reúne a los individuos, formando lo que la tradición sociológica llama «sociedad», el espacio interrelacional del mundo contemporáneo.Sloterdijk, como en su momento lo hiciera Bauman [en una empresa de menor aliento que Esferas], quiere describir con su metafórica de la Espuma un agregado de múltiples celdillas, frágiles, desiguales, aisladas, permeables, pero sin efectiva comunicación. La esfera deja así de ser la imagen morfológica del mundo poliesférico que habitamos para dar paso a la espuma. Fragilidad, ausencia de centro y movilidad expansiva o decreciente son las características esta nueva estructura que mantiene una «estabilidad por liquidez», divisa posmoderna que refleja la íntima conformación de la espuma.5.- Desterritorialización
Lo «líquido» de la modernidad —volviendo a la concepción de Baumam— se refiere a la conclusión de una etapa de «incrustación» de los individuos en estructuras «sólidas», como el régimen de producción industrial o las instituciones democráticas, que tenían una fuerte raigambre territorial. Ahora, «el secreto del éxito reside (…) en evitar convertir en habitual todo asiento particular». La apropiación del territorio ha pasado de ser un recurso a ser un lastre, debido a sus efectos adversos sobre los dominadores: su inmovilización, al ligarlos a las inacabables y engorrosas responsabilidades que inevitablemente entraña la administración de un territorio.
Nuestras ciudades, afirma Bauman, son metrópolis del miedo, lo cual no deja de ser una paradoja, dado que los núcleos urbanos se construyeron rodeados de murallas y fosos para protegerse de los peligros que venían del exterior. Lo que Sloterdijk llamó «la ciudad amurallada» [7] hoy ya no es un refugio, sino la fuente esencial de los peligros.Nos hemos convertidos en ciudadanos «adictos a la seguridad pero siempre inseguros de ella» [8], lo aceptamos como si fuera lógico, o al menos inevitable, hasta tal punto que, en opinión de Zygmunt Bauman, contribuimos a «normalizar el estado de emergencia».El miedo es más temible cuando es difuso, disperso, poco claro; cuando flota libre, sin vínculos, sin anclas, sin hogar ni causa nítidos; cuando nos ronda sin ton ni son; cuando la amenaza que deberíamos temer puede ser entrevista en todas partes, pero resulta imposible situarla en un lugar concreto. «Miedo» es el nombre que damos a nuestra incertidumbre: a nuestra ignorancia con respecto a la amenaza y a lo que no se puede hacer para detenerla o para combatirla [9].Los temores son muchos y variados, reales e imaginarios… un ataque terrorista, las plagas, la violencia, el desempleo, terremotos, el hambre, enfermedades, accidentes, el otro… Gentes de muy diferentes clases sociales, sexo y edades, se sienten atrapados por sus miedos, personales, individuales e intransferibles, pero también existen otros globales que nos afectan a todos, como el miedo al miedo…Los miedos nos golpean uno a uno en una sucesión constante aunque azarosa, ellos desafían nuestros esfuerzos (si es que en realidad hacemos esos esfuerzos) de engarzarlos y seguirles la pista hasta encontrar sus raíces comunes, que es en realidad la única manera de combatirlos cuando se vuelven irracionales. El miedo ha hecho que el humor del planeta haya cambiado de manera casi subterránea.
DISTURBIOS EN EL PARQUE HUMANO SEMANA DE LA MODA NIHILISMO Y PROVOCACIÓN
7.- Mundo globalizado y policéntrico.
El dominio económico y militar europeo no tuvo rival los cinco últimos siglos, de manera que Europa actuaba como punto de referencia y se permitía premiar o condenar las demás formas de vida humana pasadas y presentes, como una suerte de corte suprema. Bastaba con ser europeo para sentirse dueño del mundo, pero eso ya no ocurrirá más: pueblos que hace sólo medio siglo se postraban ante Europa muestran una nueva sensación de seguridad y autoestima, así como un crecimiento vertiginoso de la conciencia de su propio valor y una creciente ambición para obtener y conservar un puesto destacado en este nuevo mundo multicultural, globalizado y policéntrico.Sociólogos especializados en movimientos migratorios y demógrafos prevén que el número de musulmanes que vive en Europa puede duplicarse nuevamente para el año 2015. La Oficina de Análisis Europeos del Departamento de Estado de Estados Unidos calcula que el 20% de Europa será musulmana en el año 2050 [10], mientras otros predicen que un cuarto de la población de Francia podría ser musulmana en el año 2025 y que si la tendencia continúa, los musulmanes superarán en número a los no musulmanes en toda Europa occidental a mediados de este siglo, puestas así las cosas, Europa será islámica a finales de este siglo.A este respecto y volviendo sobre los miedos globales, pensemos en la inestabilidad generada por los atentados de Nueva York, allí sin duda tuvo lugar una mutación del terrorismo, el 11 de septiembre de 2001 marca un cambio de época en la historia del miedo; así el régimen del sabotaje y la lógica del pánico vino a ser el argumento central de la política y la base de justificación de una política exterior norteamericana que sembraría otros miedos que nos marcarían a fuego, como los atentados de Atocha —el 11-M.
8.- El régimen del sabotaje y la lógica del pánico como argumento central de la política en Sloterdijk [11].
Como crónica de las relaciones entre teoría y política de Estado, cabe apuntar que cuando Sloterdijk fue convocado por el canciller Schröder para debatir sobre las consecuencias del nuevo escenario mundial en la era del atmo-terrorismo y las guerras de rehenes,[12] Sloterdijk se refirió al binomio miedo y seguridad, en relación con la política exterior estadounidense, que suele presentar Washington bajo la rúbrica «intereses de seguridad». Destacó el filósofo cómo «vivimos en una sociedad obsesionada por la seguridad», por las pólizas y las políticas de climatización [13] corriendo el riesgo de perder nuestra libertad. Se refirió también al miedo como un elemento clave para el desarrollo del intelecto. «El miedo —señaló Sloterdijk— [14] está al comienzo del intelecto, el miedo de alguna manera hizo al hombre».La amenaza fundamentalista, que parecía una amenaza periférica, se ha desplazado hacia el centro, rumbo a una hegemonía que a los ojos de muchos resulta pavorosa. Hoy un grupo, monitoreando artefactos desde las montañas más remotas y más miserables del mundo, es capaz de hacer estallar el icono más importante del poderío económico global, como son las Torres Gemelas.Frente a esto las reacciones neoliberales contra el terror son siempre inadecuadas, puesto que magnifican el fantasma insustancial de Al Qaeda, ese conglomerado de odio, desempleo y citas del Corán, hasta convertirlo en un totalitarismo con rasgos propios, y algunos, incluso, creen ver en él un «fascismo islámico» que, no se sabe con qué medios imaginarios, amenaza a la totalidad del mundo libre. Dejaremos abierta la pregunta por los motivos que han conducido a aquella infravaloración y a esta magnificación. Sólo esto es seguro: los realistas se hallan de nuevo en su elemento; por fin pueden ponerse, una vez más, al frente de los irresolutos, con los ojos clavados en el fantasma del enemigo fuerte, medida antigua y nueva de lo real. Con el pretexto de la seguridad, los voceros de la nueva militancia dan rienda suelta a tendencias autoritarias cuyo origen hay que buscar en otro sitio; la angustia colectiva, cuidadosamente mantenida, hace que la gran mayoría de los mimados consumidores de seguridad de Occidente se sume a la comedia
Doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la 'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias en México. – Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis – Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria –Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado– UCM. Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, Universidad Andrés Bello. Artista conceptual. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización, Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011PUBLICACIONESPublicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanashttp://dialnet.uniri...?codigo=1053859Publications Scientifichttp://de.scientific...o_vásquez_roccaBiblioteket og Aarhus Universitet, Denmark | Det Humanistiske Fakultethttp://www.statsbiblioteket.dk/BIBLIOTECA UNI>ERSIA – Unesco - CSICBiblioteca Universidad Complutense de MadridDirectorio de recursos digitales - Ministerio de Cultura, Españahttp://roai.mcu.es/e...or&idValor=3440Biblioteca Asociación Filosófica UIhttp://www.uruguaypi...ia_144_1_1.html
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Universidad Complutense de Madrid, Nº 19 – 2008 (I), pp. 309-316, http://www.ucm.es/info/nomadas/19/avrocca2.pdf
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