Carl Guastav Jung
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E
INCONSCIENTE COLECTIVO
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Universidad Complutense de Madrid
I
1.- Carl Gustav Jung: Psicología analítica.
La
psicología analítica es la obra de Carl Gustav Jung y sus seguidores.
También conocida como psicología de los complejos, el término aparece
oficialmente en 1913 para designar una ampliación del psicoanálisis,
razón por la cual se la tiene tanto por una escuela de psicoanálisis
como por una tendencia de la psicología profunda, según la expresión de
Bleuler para caracterizar a toda psicología que parta de la hipótesis de
la existencia de una psique inconsciente.
Carl
Gustav Jung (1875-1961) era un joven psiquiatra ya reconocido por la
profesión cuando asumió la defensa de la obra de Freud, tanto en los
foros psiquiátricos como en su propia obra, iniciada en 1902. Su
estrecha colaboración desde 1907 se rompería en 1913 a instancias de
Freud, para quien los desarrollos Junguianos del psicoanálisis no
resultaban acordes con su propia teoría. Atrás quedarán los años en los
que Jung fue el presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional
desde su fundación en 1910 hasta el inicio de la primera Guerra
Mundial. Una época en la que se constituye y alcanza una dimensión
internacional (Europa y Estados Unidos) el movimiento psicoanalítico
nacido en Viena alrededor de Freud a partir de 1900.
Jung
empieza su vida profesional en el centro psiquiátrico más importante
del momento, la Clínica Universitaria Burgöhlzli, dirigida a la sazón
por Eugen Bleuler, creador de la noción de "esquizofrenia" y un
facilitador del psicoanálisis durante esos años. En la Clínica Jung se
familiariza con la psiquiatría del momento tanto en su aspecto
terapéutico como experimental e investigador. De esa dedicación saldrán
la primera lectura psicoanalítica de las psicosis, el dispositivo
experimental del Test de Asociación de Palabras y la noción de
"complejo", además de varios estudios de psicoanálisis infantil y
criminología psicoanalítica.
En
1910 Jung se sumerge en la mitología y en 1912 presenta su idea de
inconsciente colectivo, elabora una concepción energetista de la libido y
en la clínica considera más importante el conflicto actual que el
infantil. Tales modificaciones no fueron consideradas pertinentes por el
psicoanálisis de entonces, como tampoco lo serían ninguna de las
presentadas por los distintos autores que jalonan esa historia de cismas
que es el psicoanálisis. Después de más de un siglo de psicoanálisis y
sobredosis de psicoterapias, todo eso es agua pasada. Hay muchas
síntesis que articulan parcial o totalmente diferentes puntos de vista
en psicoanálisis, psicología y psiquiatría, dando lugar a múltiples
abordajes al sufrimiento.
La
psicología analítica parte de la existencia de un inconsciente
colectivo en la psique de cada individuo, de modo que la consciencia,
ligada al yo, no sólo ha de vérselas con los contenidos propios de lo
inconsciente personal, los complejos, personalizados en lo que Jung
llama sombra, sino con todos los contenidos transpersonales que moran en
nuestro interior, los arquetipos. La relación de este yo -un complejo
entre los demás, pero dotado de consciencia- con lo inconsciente
colectivo a lo largo de la biografía constituye el proceso de
individuación, o autorrealización psíquica. Este proceso, entendido como
una articulación de opuestos psíquicos que se presenta en forma de
conflictos, compensaciones y complementariedades, consiste en la
diferenciación consciente por parte del individuo de dos grandes
sistemas de opuestos: individual/colectivo y consciente/inconsciente.
Dentro de éstos se incluyen externo/interno, antes/después, sí/no o
cualquiera de los opuestos que la consciencia establece para configurar
una realidad desde lo Real.
El
proceso de individuación tiene la naturalidad del crecimiento y como
tal sigue las fases de la vida desde la infancia a la senectud, con sus
diversas características. En cada momento dominan distintos aspectos
biológicos, sociales, arquetípicos que van sacando a la luz el carácter
del individuo, su individualidad psíquica, que Jung llama sí-mismo,
sujeto tanto de la conciencia como de lo inconsciente. El despliegue del
sí-mismo como articulación de arquetipos en el proceso de individuación
es el objeto específico de la psicología analítica.
La
psicología analítica define una estructura de la psique y una energía
que explica su dinámica. Esta energía es la libido, expresada en el
interés que muestra el sujeto hacia sus diversos objetos. Conducida por
ese interés, la consciencia se amplía y diferencia. La libido sigue las
leyes de la energía en cuanto se produce gracias a un gradiente de
potencial -el conflicto psíquico-, se conserva en los procesos de
comprensión y se degrada en sistemas cerrados. Presenta una dirección en
el tiempo -progresión/regresión- y el espacio
-extraversión/introversión.
En
cuanto a la estructura de la psique, en un primer momento Jung delimita
los sistemas de la consciencia, lo inconsciente personal -que integra
el subconsciente y lo inconsciente freudianos- e inconsciente colectivo.
Más adelante la define según los arquetipos persona, sombra,
ánima/animus y sí-mismo. La dialéctica entre persona (el arquetipo de lo
social) y sombra permite la diferenciación del yo, que en la dialéctica
con su contraparte sexual inconsciente (ánima en el varón, ánimus en la mujer) da fe del sí-mismo. Éste, en contacto con lo Real a través del alma del mundo expresada en las sincronicidades, hace consciente el unus mundus, lo Real.
La
constitución y diferenciación de esas figuras ocupa el proceso de
individuación, cuya consciencia relativa es la meta del análisis. Un
análisis que consiste en procurar el diálogo entre consciente e
inconsciente. Un instrumento específico para llevar adelante ese diálogo
es la imaginación activa, basada en la función trascendente, que
vincula consciente e inconsciente y permite la transformación psíquica.
El otro método fundamental es la interpretación de los sueños, para la
que Jung define un nivel objetivo y otro subjetivo, recomienda el
estudio de las series de sueños y elabora un concepto de símbolo onírico
coherente con la hipótesis de lo inconsciente colectivo.
Con
estas herramientas conceptuales Jung va creando una psicología, aunque
su interés no es tanto elaborar un sistema cuanto ayudarse de una serie
de conceptos e hipótesis para enfrentar las necesidades clínicas. Surge
así su tipología en 1921. Definiendo cuatro funciones psíquicas en
oposición, pensar/sentir como actos judicativos y sensación/intuición
como actos dados, considera cuatro tipos psicológicos ideales con una
función dominante, con su opuesta infradesarrollada y las otras dos
actuando de auxiliares. Según sea la actitud dominante extravertida o
introvertida los cuatro tipos se doblan en ocho, constituyendo así una
caracterología aproximada que permite orientarse en la clínica y
explicar muchos de los conflictos interpersonales y elecciones de
objeto.
En
una primera formulación, la psicoterapia consiste en atender a los
movimientos y transformaciones de la libido, siguiendo sus procesos de
investidura de los diversos objetos. Estos objetos, imágenes en su
inmediatez psíquica, pueden ser asociados a los diversos niveles de la
psique. En el nivel de lo inconsciente personal forman parte de los
complejos, en el de lo inconsciente colectivo, de los arquetipos. La
investigación de los complejos remite a la historia personal, las
experiencias vividas por el individuo. El estudio de los arquetipos
remite sin embargo a la especie humana en su despliegue histórico. Estos
dos niveles constituyen los aumentos de microscopio que la psicología
analítica considera imprescindibles.
La
obra de Jung se constituye a lo largo de sesenta años. Sus primeras
publicaciones, las conferencias del club universitario Zofingia, datan
de 1896-99, y de 1902 es su tesis de licenciatura Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos.
Puede verse una evolución y una complejidad creciente desde sus
iniciales escritos psiquiátricos de la primera década del siglo XX a los
últimos textos alquímicos a partir de 1944. Los libros fundamentales de
este periplo son: La psicología de la demencia precoz (1907),
Transformaciones y símbolos de la libido (1912), Tipos psicológicos
(1921), Las relaciones entre el yo y lo inconsciente (1928), Psicología y
alquimia (1944), La psicología de la transferencia (1946), Aion (1951),
La interpretación de la naturaleza y la psique (1952), obra que reúne
los estudios de Jung sobre la sincronicidad y un largo artículo de W.
Pauli, y Mysterium coniunctionis (1955-56), además de una multitud de
artículos especializados.
La
psicología analítica no sólo es creación de Jung, también lo es de los
discípulos y colegas que estuvieron cerca de él y de quienes
posteriormente han ahondado en su perspectiva. Agrupados desde 1916 en
los clubes psicológicos -el primero en Zúrich y poco después en
Inglaterra (1922), la costa este norteamericana (1936) y, a partir de
1939, Alemania, Francia e Italia-, en 1948 se crea el Instituto C.G.Jung
de Zúrich y en 1955 la Asociación Internacional de Psicología
Analítica. En cuanto a la relación de Jung con otros estudiosos, tan
importante para la profundización en los conocimientos necesarios para
la elaboración de la psicología analítica, contó desde 1933 con los
encuentros anuales Eranos.
Los
psicólogos analíticos han ido dejando una sugerente obra propia que
amplía y modifica las concepciones de Jung. Para situar a estos autores
se han propuesto varias clasificaciones. La más generalizada se debe a
Samuels, quien establece tres escuelas o paradigmas que orientan la
clínica y la investigación: clásica, centrada en el sí-mismo, evolutiva,
que atiende centralmente al proceso de individuación, y arquetipal,
orientada más bien al juego de los arquetipos. Últimamente, este autor
añade un cuarto grupo, que llama fundamentalista, cuya apelación lo dice
todo.
Pueden
encontrarse confluencias de la psicología analítica con el
psicoanálisis en todas sus escuelas, la psicología profunda y la
psiquiatría existencial. En cuanto a sus influencias, se rastrean en las
psicologías sistémica, humanista, evolutiva y transpersonal y, más allá
del campo específico de la psicoterapia y la psicología, en el estudio
de las artes plásticas, la literatura, la ciencia de las religiones, la
antropología, la epistemología y la política.
Adolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense de Madrid
2.- La Teoría de los Arquetipos: Preludio
“El arquetipo es una tendencia a formar tales representaciones de un motivo –representaciones que pueden variar mucho en el detalle sin perder un patrón básico… Son de hecho una tendencia instintiva (…) Es esencial insistir que no son meros conceptos filosóficos. Son pedazos de la vida misma –imágenes que están integralmente conectadas al individuo a través del puente de las emociones- «No se trata, pues, de representaciones heredadas, sino de posibilidades heredadas de representaciones. Tampoco son herencias individuales, sino, en lo esencial, generales, como se puede comprobar por ser los arquetipos un fenómeno universal»”.
Carl Jung, El hombre y sus símbolos.
Entre
el inmenso legado de Carl Jung, aquel que ha pasado a la historia por
sus teorías y métodos revolucionarios en el mundo de la psicología, hay
un tema que sobresale y ha sido su herencia más duradera: La Teoría de
los Arquetipos.
Jung
busca e investiga a los arquetipos en las doctrinas de las tribus
primitivas, en las doctrinas secretas esotéricas, en las religiones, en
los mitos y leyendas, en los símbolos del Tarot, en las imágenes de la
Alquimia y muy especialmente en los sueños, en los que se apoya para la
psicoterapia.
Hay
que empezar por decir que Jung pensaba que no venimos al mundo como una
tabula rasa, no venimos ‘en blanco’ como planteaba Freud, el ser humano
según Jung, ya nace con información y ciertas creencias: “no existe una
sola idea o concepción esencial que no posea antecedentes históricos”.
Estos antecedentes históricos llegan a nosotros inconscientemente, y
otros los vamos aprendiendo por medio de mitos, leyendas y la
experiencia.
Es
fácil identificar diferentes tipos de patrones de conducta en los mitos
y leyendas de las culturas antiguas, todas tienden a tener un mismo
héroe y trama, tienden, básicamente, a repetirse. Esta continua
repetición de historias con los mismos personajes y el mismo guión es lo
que llamamos Arquetipos.
3.- Psicología y alquimia: Patología de los fenómenos ocultos.
Carl
Gustav Jung desde pequeño se manifestó su interés por la metafísica,
alquimia, eventos paranormales, y las tragedias griegas. Aprendió
lenguas antiguas como el sánscrito, y así llegó al conocimiento oriental
leyendo los sagrados libros hindúes y practicando el I-Ching.
A
pesar de escoger la arqueología como primera opción de carrera, llega
la psicología influido por el famoso neurólogo Kraft-Ebing y los sucesos
sobrenaturales de su vida. Sucesos que le llevaron a escribir su tesis
‘Acerca de la psicología y patología de los llamados fenómenos ocultos’.
Luego
de graduarse se estableció en el Hospital Mental de Burghoeltzli en
Zurich bajo la tutela de Eugene Bleuler, padre y conocedor relevante de
los estudios sobre la esquizofrenia. En 1903, se casa con Emma
Rauschenbach. En aquel tiempo, también dedicó parte de su tiempo a dar
clases en la Universidad de Zurich y mantenía una consulta privada. Fue
aquí donde inventó la técnica de la asociación de palabras.
Siendo
un fanático de Freud, su sueño era conocerlo, el tan ansiado encuentro
se daba en Viena en 1907. Cuenta la leyenda que el impacto que provocó
Jung en Freud hizo que éste cancele todas sus citas del día y así poder
continuar la tertulia, la misma que se extendería ¡por 13 horas!
Eventualmente, Freud consideró a Jung su sucesor en el psicoanálisis y su mano derecha.
Generalmente
se piensa que Carl Jung fue un discípulo de Freud, craso error, craso
error; Jung sería más cercano a un colaborador y colega, que a un
discípulo… Cuando los dos se conocieron, Jung ya poseía estudios
anteriores de psicoanálisis, y sus propias teorías que compartió y
debatió con Freud.
Adolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense
4.- Diferencias Fundamentales entre Freud y Jung.
La
psicología de Jung se basa en la desilusión que le provocaba el
racionalismo científico – lo que él llama “el espíritu de los tiempos” –
y en el transcurso de muchos encuentros quijotescos con su propia alma y
con otras figuras interiores, viene conocer y apreciar “el espíritu de
las profundidades”, un campo que deja espacio para la magia, la
coincidencia y las metáforas mitológicas entregados por los sueños-1,
ojo, que esto no significa que lo negara o no aplicara el racionalismo,
pero le sirvió para intentar buscar nuevas formas de terapia
psicoanalítica.
Quizá
la mayor diferencia entre los dos fue la forma de definir al
inconsciente, para Freud, como sabemos, se basa en las pulsiones
primigenias y aquellas emociones reprimidas del ser humano cuyo único
motor es la energía llamada libido, la cual es exclusivamente de
naturaleza sexual. Jung, por su parte, pensaba que en el inconsciente se
encuentra aquello que hace del hombre un ser creativo y aquello que lo
hace buscar el autodesarrollo y su evolución psíquica, admite que la
libido está presente, por supuesto, actuando como una energía creativa y
creadora.
Freud
divide al aparato psíquico en consciente, preconsciente e inconsciente.
Para Jung existe el inconsciente personal o individual e inconsciente
colectivo. Para entender los dos tipos de inconscientes propuestos por
Jung, citaré la forma que él tenía para describirlo:
La
mente consciente es la parte visible de una isla, el inconsciente del
individuo es la parte sumergida de la isla y el inconsciente colectivo,
común a todos los seres humanos, es el océano a su alrededor.
‘El
Inconsciente Colectivo, a diferencia del Inconsciente Personal, alberga
no solo contenidos de la experiencia personal sino que se le añaden
contenidos referidos a instintos, impulsos naturales o adquisiciones de
orden colectivo, o sea predisposiciones compartidas por toda la
humanidad más allá de la diferencias históricas y culturales.’1
Freud
habla de tres estadios psíquicos: El Ello, El yo y El superyó. El ‘yo’
actúa como mediador entre El Ello y Superyó. Mientras Jung identificaba
solamente al ‘yo’, debatiéndose entre el inconsciente personal y el
inconsciente colectivo.
El
objetivo del método de Freud era fortalecer al “yo” sobre las otras dos
y así desarrollar dos objetivos limitativos; amar y trabajar. En cambio
para Jung el ‘yo’ era algo imperfecto y lo que buscaba era la evolución
del ‘yo’ al ‘self’ (sí mismo), la totalidad, la cumbre del desarrollo
psíquico humano.
Para
llegar a este ‘self’, Jung proponía vencer los complejos que poseemos.
Complejos que para Jung eran el origen de toda perturbación mental, y
descubrió analizando la mitología ancestral, y aplicándola a las
terapias y los sueños de sus pacientes. Estudiando los complejos
encontró que en la psique existen estructuras y patrones ancestrales que
denominó arquetipos, éstos emanan del inconsciente colectivo. Entre los
muchos arquetipos que encontró identificó 5 principales que son: ánima,
ánimus, sombra, persona, sí-mismo (self).
La Persona: La cara que se presenta al mundo
La sombra: La parte de nosotros no reconocida pero que sin embargo, existe.
El Self: La conjunción armónica del ‘yo’ y el todo.
El Anima: La imagen femenina en la psique masculina
El Animus: La imagen masculina en la psique femenina
CARL JUNG
5.- El mundo onírico: efectos del inconsciente colectivo.
Arquetipo
son los contenidos del inconsciente colectivo. Jung también les llamó
dominantes, imagos, imágenes primordiales o mitológicas y otros nombres,
pero el término arquetipo es el más conocido.
Arquetipos son una tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera.
Jung
llamó arquetipos a las ideas en común que comparte la humanidad,
indistintamente del credo o cultura; ya sea la creencia en determinados
seres mitológicos, o la aberración hacia el incesto, por citar dos
ejemplos.
Los arquetipos vendrían a ser las representaciones milenarias del inconsciente colectivo.
Un arquetipo puede ser ampliamente definido como un tipo de persona o conducta, ya que puede dividirse en dos subcategorías.
La primera, los estereotipos,
se refieren a un tipo de personalidad o conducta que se observa en
muchas ocasiones y aplicados de manera y el segundo se refiere a la
ejemplificación de una personalidad o comportamiento.
Entre
las grandes pasiones de Jung se encontraba el mundo onírico, siempre le
llamó la atención el significado que podría existir en los sueños.
Socializaba sus sueños a su familia y amigos pero jamás encontraba
respuesta concreta que le satisfaga. Pasó muchos años presa de este
enigma, hasta que a partir de la Primera Guerra Mundial empezó a anotar
sus sueños, fantasías y visiones, los dibujaba, pintaba y esculpía, todo
esto fue recopilado en el ahora famoso Libro Rojo de Jung. Se
dio cuenta que sus experiencias tendían a tomar formas humanas,
empezando por un anciano sabio y su acompañante, una niña pequeña. El
anciano sabio evolucionó, a través de varios sueños, hasta una especie
de gurú espiritual. La niña pequeña se convirtió en “anima”, el alma
femenina, que servía como medio de comunicación entre el hombre y los
aspectos más profundos de su inconsciente.
Existe
una anécdota, entre muchas, de cómo Jung aprendió a interpretar sus
sueños y llegó a predecir la WW II: Empieza con un duende marrón que
apareció como celador de la entrada al inconsciente. Era “la sombra”,
una compañía primitiva del Yo de Jung. Jung soñó que tanto él como el
duende, habían asesinado a la preciosa niña rubia, a la que llamó
Siegfried. Para él, esta escena representaba una precaución con respecto
a los peligros del trabajo dirigido solo a obtener la gloria y el
heroísmo que prontamente causaría un gran dolor sobre toda Europa. Este
dolor era la Segunda Guerra Mundial.
Fue
así, como se empezaron a dilucidar para él los arquetipos y el
significado de los sueños, y cómo los arquetipos se comunicaban a través
del inconsciente.
CARL JUNG
6.- Mística, mitologías y literatura.
Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera vista, el déjà vu
(el sentimiento de haber estado anteriormente en la misma situación) y
el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos y significados de
algunos mitos, se pueden considerar como una conjunción súbita de la
realidad externa e interna del inconsciente colectivo. Otros ejemplos
que ilustran con más amplitud la influencia del inconsciente colectivo
son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos
del mundo en todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la
mística de todas las religiones, o los paralelos de los sueños, fantasías, mitologías, cuentos de hadas y la literatura.
Un
ejemplo interesante que actualmente se discute es la experiencia
cercana a la muerte. Parece ser que muchas personas de diferentes partes
del mundo y con diferentes antecedentes culturales viven situaciones
muy similares cuando han sido “rescatados” de la muerte clínica. Hablan
de que sienten que abandonan su cuerpo, viendo sus cuerpos y los eventos
que le rodean claramente; de que sienten como una “fuerza” les atrae
hacia un túnel largo que desemboca en una luz brillante; de ver a
familiares fallecidos o figuras religiosas esperándoles y una cierta
frustración por tener que abandonar esta feliz escena y volver a sus
cuerpos. Quizás todos estamos “programados” para vivir la experiencia de
la muerte de esta manera.
Existen
ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente
colectivo más claramente que otras. La experiencia de amor a primera
vista, el déjà vu (el sentimiento de haber estado anteriormente
en la misma situación) y el reconocimiento inmediato de ciertos símbolos
y significados de algunos mitos, se pueden considerar como una
conjunción súbita de la realidad externa e interna del inconsciente
colectivo. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia
del inconsciente colectivo son las experiencias creativas compartidas
por los artistas y músicos del mundo en todos los tiempos, o las
experiencias espirituales de la mística de todas las religiones, o los
paralelos de los sueños, fantasías, mitologías, cuentos de hadas y la
literatura.
La
numinosidad, según Jung, es una cualidad esencial de los arquetipos;
aquel carácter sagrado que poseen, la fuerza, el reconocer en ellos una
entidad real. Jung sobre esto, muy poéticamente diría: “Para los
alquimistas [los arquetipos] eran semillas de luz transmitidas en el
caos… el proyecto germinal de un mundo por venir… Uno tendría que
concluir a partir de estas visiones alquímicas que estos arquetipos
tienen cierto resplandor, o cuasi-conciencia, y esa numinosidad contiene
luminosidad”
Es por esta numinosidad que Jung trata a los arquetipos
y al inconsciente como un ente propio, a pesar de carecer de forma en
sí mismo, actúa como un agente organizador, o un agente del caos, sobre
las cosas que hacemos.
Adolfo Vásquez Rocca - Doctor en Filosofía
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Universidad Complutense de Madrid
Eastern Mediterranean University - Academia.edu
E-mail: adolfovrocca@gmail.com
Eastern Mediterranean University - Academia.edu
E-mail: adolfovrocca@gmail.com
Doctor en Filosofía por la Pontificia
Universidad Católica de Valparaíso; Postgrado Universidad Complutense de
Madrid, Departamento de Filosofía IV, mención Filosofía Contemporánea y
Estética. Profesor de Postgrado del Instituto de Filosofía de la
Pontificia Universidad Católica de Valparaíso; Profesor de Antropología y
Estética en el Departamento de Artes y Humanidades de la Universidad
Andrés Bello UNAB. Profesor de la Escuela de Periodismo, Profesor Adjunto Escuela de Psicología y de la Facultad de Arquitectura UNAB Santiago. Profesor PEL Programa Especial de Licenciatura en Diseño,
UNAB – DUOC UC – En octubre de 2006 y 2007 es invitado por la
'Fundación Hombre y Mundo' y la UNAM a dictar un Ciclo de Conferencias
en México. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de la 'Fundación Ética Mundial' de México. Director del Consejo Consultivo Internacional de 'Konvergencias', Revista de Filosofía y Culturas en Diálogo, Argentina. Miembro del Consejo Editorial Internacional de Revista Praxis –Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional UNA, Costa Rica. Miembro del Conselho Editorial da Humanidades em Revista, Universidade Regional do Noroeste do Estado do Rio Grande do Sul, Brasil y del Cuerpo Editorial de Sophia –Revista de Filosofía de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador–. –Secretario Ejecutivo de Revista Philosophica PUCV. –Asesor Consultivo de Enfocarte –Revista de Arte y Literatura– Cataluña / Gijón, Asturias, España. –Miembro del Consejo Editorial Internacional de 'Reflexiones Marginales' –Revista de la Facultad de Filosofía y Letras UNAM. –Editor Asociado de Societarts, Revista de artes y humanidades, adscrita a la Universidad Autónoma de Baja California. –Miembro del Comité Editorial de International Journal of Safety and Security in Tourism and Hospitality, publicación científica de la Universidad de Palermo. –Miembro Titular del Consejo Editorial Internacional de Errancia,
Revista de Psicoanálisis, Teoría Crítica y Cultura –UNAM– Universidad
Nacional Autónoma de México. –Miembro del Consejo Editorial de Revista “Campos en Ciencias Sociales”, Universidad Santo Tomás © , Bogotá, Colombia. –Miembro de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos (FIAF) con sede en Bruselas, Bélgica. Director de Revista Observaciones Filosóficas. Profesor visitante en la Maestría en Filosofía de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. – Profesor visitante Florida Christian University USA y Profesor Asociado al Grupo Theoria – Proyecto europeo de Investigaciones de Postgrado –UCM. Eastern Mediterranean University - Academia.edu.
Académico Investigador de la Vicerrectoría de Investigación y
Postgrado, Universidad Andrés Bello. –Investigador Asociado y Profesor
adjunto de la Escuela Matríztica de Santiago –dirigida por el Dr. Humberto Maturana. Consultor Experto del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad (CNIC)– Artista conceptual. Crítico de Arte. Ha publicado el Libro: Peter Sloterdijk; Esferas, helada cósmica y políticas de climatización,
Colección Novatores, Nº 28, Editorial de la Institución Alfons el
Magnànim (IAM), Valencia, España, 2008. Invitado especial a la
International Conference de la Trienal de Arquitectura de Lisboa | Lisbon Architecture Triennale 2011. Traducido al Francés - Publicado en la sección Architecture de la Anthologie: Le Néant Dans la Pensée Contemporaine . Publications du Centre Français d'Iconologie Comparée CFIC, Bès Editions , París, © 2012. Profesor de Postgrado, Magister en Biología-Cultural, Escuela Matríztica de Santiago y Universidad Mayor 2014.
PUBLICACIONES
Publicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanas
http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=1053859
Adolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense de Madrid
ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA PH.D. - INVESTIGACIÓN
http://www.danoex.net/adolfovasquezroccainvestigacion.html
Dr. Adolfo Vásquez Rocca - Eastern Mediterranean University - Academia.edu
http://emui.academia.edu/AdolfoVasquezRocca
OBRA COMPLETA DE CARL JUNG
Obra completa de Carl Gustav Jung (Madrid: Editorial Trotta, 1999-.
Volumen 1 - Estudios psiquiátricos (Traducción Andrés Sánchez Pascual y María Luisa Pérez Cavana, 1999 [2ª edición 2007]. ISBN 978-84-8164-299-5/ ISBN 978-84-8164-341-1)
Volumen 6 - Tipos psicológicos (2º semestre 2013)
|
Volumen 10 - Civilización en transición (Traducción Carlos Martín, 2001. ISBN 978-84-8164-405-0/ ISBN 978-84-8164-403-6)
Volumen 13 - Estudios sobre representaciones alquímicas
Volumen 15 - Sobre el fenómeno del espíritu en el arte y en la ciencia (Traducción Cristina García Ohlrich, 1999 [3ª edición 2007]. ISBN 978-84-8164-300-8/ ISBN 978-84-8164-342-8)
|
- Conferencias en el Club Zofingia [1896-1899] (1983)
- Análisis de sueños [1928-30] (1984)
- Sueños infantiles [1936-41] (1987)
- Sobre el Zaratustra de Nietzsche [1934-39] (1988)
- Psicología analítica ([1925] (1989)
- La psicología del yoga kundalini ([1932] 1996)
- Visiones ([1930-1934] 1998)
- Recuerdos, sueños, pensamientos (con A. Jaffé) (1961)
- Cartas I [1906-1945] (1972)
- Cartas II [1946-1955] (1972)
- Cartas III [1956-1961] (1973)
- Correspondencia Sigmund Freud & Carl Gustav Jung (1974) (Traducción Alfredo Guéra Miralles, 2012. ISBN 978-84-9879-331-4)
HITLER Y JUNG
Miguel Serrano
Translated by Alex Kurtagic
C.
G. Jung Speaking, by Professor William McGuire, has recently been
translated into Spanish and published by Trotta, with the title
Encuentros con Jung. Reproduced there is Jung’s account of the time he
saw Hitler and Mussolini, together, addressing a mass audience.
While
Mussolini was an ordinary man—“a human being”, so to say, even a
charming one— Hitler was not, “lacking individuality, confused with his
nation’s collective soul, and possessed by its Collective Unconscious.”
And Jung would add: “Not even by the Collective Unconscious of a single
nation, but that of an entire race, the Aryan race. And it is for this
reason that the listeners, even those without knowledge of German,
would, if Aryans, be gripped and hypnotised by his words; because he
represents them all—he speaks for all of them. And if he does it
shouting, it is because an entire nation, an entire race, is expressing
itself through him.”[1] Thus, Hitler is the incarnation of the Aryan God
Wotan. Hitler is possessed by him; he is no longer a human being. And
Jung even compares him to prophet Mohammed, and to what the latter was
and still is for the Islamic world.
I
don’t believe Professor Jung would have read Kubizek’s book, The Young
Hitler I Knew, the most important ever written about the German Führer,
and which enlightens us like no other in confirming Jung’s assessments,
recounting the extraordinary scene that took place one night in Kubizek
and Hitler’s youth, having these two friends attended a rendition of
Richard Wagner’s Rienzi in Linz. So great was the impression on Hitler
caused by this opera (in which he sensed his future drama), that he
walked with his friend in total silence in the evening gloom, down the
streets and into the woods, in the mountains. And Kubizek relates that,
once there, Hitler grabbed his hand and spoke, as if in a trance, with a
voice that did not belong to him, listening to himself with
astonishment. He spoke about Germany, about Germans, and about what he
would do for that nation: a total revolution. And these declarations
were made by an Austrian boy no older than sixteen, a complete nobody.
Kubizek reveals that many years later, when Adolf Hitler was already
Germany’s Führer, Kubizek reminded him of that extraordinary scene from
that distant night in their youth. And Hitler said to him, “Yes, I’ve
never forgotten it; because that’s where it all began . . .”
And
Jung expanded on that experience, stating: “You know things that you
yourself don’t know that you know and which I don’t know that I know
either . . .”
Without
a doubt, during the 1930s Jung was intrigued by the National Socialist
phenomenon, what with its overwhelming force, threatening to extend
itself globally. And he accepted the presidency of the General Medical
Society for Psychotherapy, coming to replace Göring’s brother[2].
Moreover, his break with Freud had already occurred, and he would go on
to develop his theory of the “Collective Unconscious,” handing over a
formidable weapon to Nazism—one which the latter never used, owing to
Hitlerism’s distrust towards anything that came from psychoanalysis and
its terminology.
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E INCONSCIENTE COLECTIVO; PSICOLOGÍA ANALÍTICA, ALQUIMIA Y MÉTODO PELIGROSO _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E INCONSCIENTE COLECTIVO; PSICOLOGÍA ANALÍTICA, ALQUIMIA Y MÉTODO PELIGROSO _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
There
is no doubt that the end of the war was a catastrophe for Jung, who
feared his whole body of work would be destroyed, since it linked him to
Hitlerism, even if in a “philosophical” fashion; and also because of
its concept of the archetype, with its references to Wotan or Vishnu, so
that Adolf Hitler, possessed by Wotan, became an avatar, “occupied” in
this manner by an external divinity—one that was extraterrestrial, as
would be said today. At the end of his days, Jung, for the first time,
reveals in his preface to my book The Visits of the Queen of Sheba that
the archetype is a superconscious Entity; that is, a God, and not a
“representation of instincts,” as it was defined until then by his
disciples.
Fearing
the destruction of his entire life’s work, and his being linked to
Hitler or Hitlerism, Jung suffered three heart attacks at the end of the
war. Previously, he had advised the British and American Secret
Services to “prolong the war; because Hitler was possessed by Wotan, God
of the hurricane and of the storm (Blitzkrieg)—and a storm cannot last
long; it gradually exhausts itself, self-destructing . . .”
In
any case, the attitude of Jung, a Swiss, was diametrically opposite to
that of Heidegger, a German, who stood firm as a supporter of Nazism
until the end, without a thought as to what might happen to his life’s
work.
And Heidegger would remind Ezra Pound: “Make strong old dreams, lest this our world lose heart . . . !”
Adolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense de Madrid
Notes
1.
Serrano quotes from the Spanish edition of McGuire’s book, so this is
my translation back into English of a text that was already itself a
translation. The wording in McGuire’s original English text will
inevitably differ. If somebody owns the book and can locate the relevant
segment, please email me.
2.
Serrano is referring to Professor Mathias Göring, who was Hermann’s
first cousin (“primo hermano” in Spanish, which literally means “brother
cousin,” and which might explain Serrano’s misrecollection). In 1933,
Jung accepted the presidency of the General Medical Society for
Psychotherapy, and went on to re-organize the society, making it into an
international body, the International General Medical Society for
Psychotherapy. Under the new regime, Professor Göring headed the German
General Medical Society for Psychotherapy. Jung saw this as a means of
preventing German political currents from dominating the society, which
was dominated by German and had many Jewish members, while allowing
German psychotherapy to continue its development in the context of
Germany’s “spiritual isolation.”
Dr. Adolfo Vásquez Rocca
Adolfo Vasquez Rocca | Universidad Complutense de Madrid
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E
INCONSCIENTE COLECTIVO.
CUADERNOS TRANSVERSALES Vol. 5, 2010. Dr. Adolfo Vásquez Rocca
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CARL JUNG: ARQUETIPOS Por ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E
INCONSCIENTE COLECTIVO.
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E INCONSCIENTE COLECTIVO
CARL JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E INCONSCIENTE COLECTIVO _ UN MÉTODO PELIGROSO _ ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA
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Eastern Mediterranean University - Academia.edu
E-mail: adolfovrocca@gmail.com
PUBLICACIONES
Publicaciones Internacionales Catalogadas en DIALNET Directorio de Publicaciones Científicas Hispanoamericanas
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JUNG: ARQUETIPOS, MÍSTICA E INCONSCIENTE COLECTIVO; PSICOLOGÍA
ANALÍTICA, ALQUIMIA Y MÉTODO PELIGROSO _ DR. ADOLFO VÁSQUEZ ROCCA